ο θάνατος ενός γιου του Άρη

110 10 7
                                    

Recomendación: no vayan al traductor antes de terminar el capítulo. Créanme, se los digo por su propio bien. 

***

Ruby había vivido mucho, 131 años aproximadamente, y había tenido muchos días malos, demasiado malos. El día que se la llevaron al Tártaro, el día que cayó al Caos, el día que descubrió que era una semidiosa, el día que había llegado al barrio, todos los días en el barrio, e, incluso yendo más atrás, había tenido días pésimos: el día que la habían secuestrado, todos los días de su secuestro, el día de la muerte de su tío, el día de la muerte de su madre...y así podría seguir eternamente.

Pero, sinceramente, de esos 131 años, Ruby podría catalogar ese día como el peor día de su vida.

Pronto sabremos por qué.

Quedamos en que Ruby salió corriendo a buscar a Rick para hablar con él, justo después de descubrir el doble sentido en la oración de Kathleen. Pero, de algo que se dio cuenta Ruby, era que no tenía idea de qué parte del Campamento estaban recorriendo.

Un gran problema.

Les preguntó a varios campistas si los habían visto, y eso le llevó bastante rato. Luego del sexto grupo de semidioses al que le preguntaba dónde estaban esos dos, le respondieron que los habían visto irse al bosque.

"Esto no puede estar pasando...no puede estar pasando..." se repetía Ruby en su cabeza, mientras corría hacia el bosque a buscar a su novio.

A pesar de que el día estaba soleado y hacía un agradable calor, Ruby estaba sudando frío y temblando. Tal vez se estuviera pasando de nerviosa, pero después de enterarse de lo que probablemente había querido decir Kathleen...no podía significar nada bueno, sobre todo para Rick.

Y si al chico le llegaba a pasar algo...oh, Ruby mataría a esa chica, aunque la metieran luego a la cárcel por el resto de sus días, pero con tal de que Rick estuviera sano y salvo...Ruby podría aceptar la sentencia de muerte si fuera necesario.

Mientras corría por entre los árboles del bosque, se fue ganando varios cortes algo profundos en los brazos, causados por las ramas puntiagudas del bosque, el cual parecía cerrarse a su paso, antojándosele interminable, como si el bosque quisiera ocultarle algo a Ruby.

Algo que tal vez a la muchacha no le gustaría saber.

Ruby ya llevaba algún rato corriendo, hasta que escuchó unas voces algo lejanas: las voces de Rick y la gata de Kathleen. Ruby se detuvo y se ocultó tras de un árbol algo cercano a las voces. Si Kathleen soltaba algo de relevancia...Ruby no dejaría que su llegada interrumpiera a la gata.

Se quedó más callada que el silencio y escuchó con atención.

-¿Cómo...cómo me trajiste aquí? –preguntó la voz de Rick, aparentemente...asustada? –Dónde...whoa...ten cuidado con esa cosa.

-¿Qué? ¿Me tienes miedo? –preguntó la voz zalamera de Kathleen.

-¿Yo? ¿Asustado de ti? ... Pues sí, un poco...sobre todo con esa cosa que tienes en la mano...y si la pudieras alejar de mi cara te lo agradecería. –replicó Rick.

La tembladera de Ruby aumentó. ¿Qué diablos de cosa tenía Kathleen en la mano que tanto asustaba a Rick? El muchacho no se asustaba prácticamente...de nada.

-Como quieres que la aleje de ti...si esto es la clave de mi plan. Mi señor estará muy complacido conmigo. –dijo con voz diabólica Kathleen. Ruby escuchó que unos pasos retrocedían.

-Mira...Kathleen...no sé bien quién eres...ni qué quieres...ni entiendo cómo diablos tienes una pulsera que se convierte en una...una guadaña...si se supone que nunca habías estado en un campamento de semidioses. Ni...ni tampoco sé quién es tu "señor"... sólo quiero que alejes esa cosa de mí...y no te haré daño...yo también puedo ser muy peligroso si quiero.

La Joya Infernum (Percy Jackson Fanfic) Book 2. The Children of PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora