No puedo morir

847 107 1
                                    

Jennie: M-me... me... ¿Me devolverías mi celular? 

¿Qué acabo de decir? pensó Jennie

Lisa suspiró, bajó su mano y se aleja unos cuantos pasos de Jennie, de la bolsa de su pantalón, saca el celular de la castaña y se lo da

Jennie: Gracias

Lisa: Ya no tiene batería

Jennie: Vaya

Lisa: Bueno, las dejo para que descansen y coman

Rosé: D-disculpa... ¿Puedo preguntarte algo?

Lisa: Claro, dime

Rosé: Ah... en las películas de vampiros, si te muerden y no te matan... te transformas en uno de ellos, me preguntaba ¿Por qué no nos pasó lo mismo?

Lisa (Ríe): Ja ja... digamos que... sí llega a pasar, pero es bastante raro, pocos de nosotros tienen esa ponzoña en los colmillos, para convertir a un humano en vampiro, es muy diferente de lo que presentan en las películas

Jennie: ¿Y cómo es eso?

Lisa: Créeme, no querrás saberlo

Jennie: Pero... si quiero saberlo

Lisa: Lo único que les puedo decir es que... es un infierno para algunas personas

La última frase lo dijo con un tono triste, bajando la cabeza

Jennie: Tu... ¡¿Eras humana?!

No se sabía si lo había dicho en pregunta o afirmación

Lisa: Disculpen, tengo que salir

Se dirigió a la puerta y salió, cerrando después de eso, Jennie y Rosé se quedaron viendo una a la otra un tanto confundidas

---------------------------------

Cuando Rosé ya se sentía mejor, ya estaban listas para regresar a su hogar, salieron del lugar en compañía de Lisa

Lisa: Bueno, como les prometí, las dejaré ir, eso sí, con una condición

Jennie: ¿Cuál?

Rosé: ¿Que no le digamos a nadie sobre los vampiros?

Lisa: Así es, de lo contrario, irán por ustedes

Rosé: Por mí no hay problema, la verdad quiero olvidar a esa chica que casi me mata

Lisa: Y tú... ¿Jennie?

Jennie: Eh... sí... no hay problema, no diré nada

Lisa: Y recuerden ya no pasarse por aquí

Las 3 chicas llegaron a aquel parque donde se conocieron

Lisa: Nos vemos

En un abrir y cerrar de ojos, Lisa se había ido, Jennie y Rosé se fueron a sus respectivas casas

Unas semanas más tarde, Jisoo estaba cerca de la cuidad, acechando a una nueva presa, mientras esperaba, un aroma familiar llegó a sus fosas nasales, dejándola un poco confusa, dirigió su mirada a la dueña de ese aroma

Jisoo (Susurra): No puede ser, esa pelirroja...

Hizo un gruñido al ver a la pelirroja caminando por las calles oscuras y poco iluminadas, apretó los dientes

Jisoo: ¡¡Lalisa Manoban!!

Salió corriendo hacia la cueva, llegando en pocos segundos, en la entrada de esta, se encontraba Lisa en cuclillas, al verla a pocos centímetros se puso en pie

Tu sangre Mi vida (JenLisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora