ʙᴇᴄᴀᴜꜱᴇ ʏᴏᴜ? ♥《ᴇᴜɴꜱᴀɴ》《 ʙɪɴᴡᴏᴏ》《 ʀᴏᴄᴋꜱᴀɴ》《 ʀᴏᴄᴋʙɪɴ》

C.15 "ꜰɪᴇꜱᴛᴀ"

El menor rodeó con sus brazos al azabache, no le importó si podía llegar a molestarse como en el pasado, nada de eso importó porque el simple hecho de haber visto su mirada vacía, sus ojos y nariz rojos e inflamados, lo hicieron querer darle consuelo.

Eunwoo necesitaba tanto de ese contacto, se sentía tan deprimido que se alejó de todos, cuando lo que más necesitaba era de alguien que estuviera en ese momento tan triste.

El mayor se aferró a la camisa de Sanha y lloró, por tercera vez, lloró delante de él, pero ese llanto no se comparaba a los anteriores... este en verdad dolía y, les dolía a ambos.

—Sannie... ¿po-por qué lloras? —Al separarse del rubio, vio un camino de lágrimas en su rostro.

—Yo...E-es que, sentí mu-muy fe-feo de ver-verte llorando a-así... —Hipeó limpiando su rostro.

—Lo siento... no quería hacerte sentir mal también.

—No, no, tranquilo, yo estoy bien. Solo me dio sentimiento  verte así hyung.

Ese chiquillo era tan puro y lindo, agradecía que en esos momentos estuviera ahí con él... siempre era él en los momentos menos esperados, pero más necesitados.

De un momento a otro, Sanha llevó a Eunwoo a la sala, se sentó frente al televisor y empezó a buscar alguna película interesante para ver entre los dos, también se abrió paso en la cocina como si fuera la suya, preparó palomitas y se sentó con él.

A Cha le pareció gracioso y adorable la forma en que estaba actuando Yoon, nunca había sido tan confianzudo con él, pero era bonito tener a alguien así en su vida.

Vieron algunas películas hasta que se hizo tarde. Sanha estaba por irse, pero el azabache lo detuvo, no iba a dejar que se fuera a buscar un autobús de nuevo y tampoco lo dejaría irse en taxi.

—Yo te llevo, además necesito aire fresco. —Sonrió, tomó de la muñeca al menor y salieron.

En el camino a Sanha se le ocurrió una brillante idea para que Eunwoo saliera de su depresión y eso era que cambiara el color de su cabello, había escuchado que eran cosas que las chicas hacían cuando se sentían tristes y deprimidas, ¿Por qué no hacerlo con su hyung también?

Eunwoo ya llevaba tiempo pensando en esa posibilidad, también quería cambiar de estilo y en esos momentos le parecía una fantástica idea, así que aceptó.

Llegaron a casa del rubio y se despidieron, prometiendo verse al día siguiente para teñir el cabello de Eunwoo.

Cuando el mayor arrancó, el menor abrió la puerta de su casa y en eso escuchó una voz que lo hizo girarse antes de entrar.