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Todos me daban por loco e incluso yo pensaba que lo estaba.
No supe como acabé en esta situación, tal vez el inicio fue cuando él y yo nos conocimos.
Fue un día normal y corriente. Iba de camino a la escuela junto con mi mejor amigo Taehyung, este se separó de mí por unos momentos, corriendo hacia un chico de linda sonrisa y yo me quedé solo en mitad de la entrada de la escuela.
Ahí fue cuando nos conocimos:
" — Aparta. Estás en medio.
Me giré sorprendido, subiendo mi mirada a esos ojos oscuros que me miraban con frialdad, al momento me sentí intimidado por este. Y no precisamente por su altura, pues era un chico de mi misma estatura. Tenía unos ojos pequeños pero algo afilados con un brillo opaco, iba vestido entero de negro con ropa ancha y lo que más me impactó, fue verlo agarrando a un chico del cabello, que era arrastrado por este.
Me aparté con algo de torpeza. Mirando al chico de su lado, preocupado, me estaba mirando como si pidiera ayuda, pero no pude reaccionar ante su súplica.
— Este sitio está lleno de tontos.
Dijo el chico de mi misma estatura, alejándose de mí."
Ese fue el día donde nos conocimos y me llamó tonto.
Después de unas semanas, me enteré que el chico que llevaba a rastras se trasladó a otro Instituto. Taehyung estuvo semanas hablando de eso, diciendo que ese tal, Min Yoongi, le había estado haciendo la vida imposible a ese chico. Mi sangre estuvo hirviendo durante días y... cometí el error de enfrentarme a él cuando le ví golpear a alguien:
" — ¿¡Pero qué haces?! — Le grité a ese chico abusador.
Muchos se nos quedaron mirando con sorpresa y otros se alejaban corriendo. Eramos pocos los que aún seguíamos detrás de las canchas de baloncesto.
Sentí mi enfado aumentar cuando Min Yoongi me ignoró y volvió a golpear al pobre chico.
Antes de acercarme noté como le susurraba algo, pero yo ignoré ese detalle, agarrando su brazo. Gracias a dios, el chico fue liberado ante eso. Y salió corriendo sin mirar atrás.
— ¡Oye! — Me quejé, no pudiendo creer que me dejara solo con el marrón.
— ¿Qué mierda quieres?
Solté su brazo rápidamente, tragando saliva. De repente toda mi valentía se había ido.
— ¿Me vas a contestar o qué?
Noté como su rostro también tenía sangre, y eso me hizo fruncir el ceño. ¿Por qué él también tenía sangre?
— S-solo... — Balbuceé, ganando que el contrario rodara sus ojos.
— Como sea. — Se dio la vuelta, sacudiendo su ropa y acomodándola.
Me quedé completamente bloqueado.
¿Qué acababa de pasar? "
Poco después, volví a verlo metido en peleas, pero esta vez fue diferente:
"— ¿Qué puedes hacer contra todos nosotros?
Esas palabras llamaron mi atención. Las voces venían de una clase, y me sorprendía, pues a esta hora todos ya se habían ido a casa.
— Jimin. ¿Tomaste ya tu libreta? — Taehyung me siguió para ir a tomar mi libreta perdida, pero al escuchar las voces también se calló, y se asomó con curiosidad por la rendija de la puerta.
Mi boca cayó en picado, un poco más y mi mandíbula rozaba el suelo.
Min Yoongi, ese chico con fama de matón, estaba siendo golpeado. Y este pese a estar lleno de sangre, miraba a la masa de chicos con una mirada oscura y fría.
Un escalofrío corrió por mi columna al cruzar nuestras miradas.
'Me vio'
Maldije, tomando del brazo a Taehyung para meternos en la clase de al lado. Esos chicos empezaban a salir y sería un problema si nos veían.
— ¿¡Qué haces, Jimin?! — Gritó mi amigo en un murmullo, pareciendo tener todas las intenciones de golpear a esos chicos, a lo que yo le hice un gesto de silencio. Saliendo cuando no se pudo escuchar nada más.
Justo cuando salimos, Yoongi salió de la clase al lado, se sujetaba uno de sus costados mientras se apoyaba en la puerta con dificultad.
Y yo preocupado, me acerqué rápido, ayudándole.
— ¿Estás bien?
— No es asunto tuyo. — Me echó a un lado.
— ¡Oye! ¡No le hables a mi amigo así!
Taehyung frunció su ceño, y fue ignorado por el chico herido.
— Taetae. Adelantate, ¿sí? Yo iré a por mi libreta. — Lo empujé hacia la salida con dificultad, pues se opuso bastante a dejarme solo, pero lo conseguí gracias a la ayuda de Jungkook, que se mantuvo todo el tiempo esperando afuera.
— ¡Oye, espera! — Le grité a Yoongi cuando lo ví a lo lejos, tomando otra vez su brazo.
— ¿No te habías ido ya? Eres pesado. ¿Ahora te compadeces de mí? No me hagas reír. — Me empujó con fuerza, haciéndome caer al suelo.
Un quejido salió de mis labios, en un pequeño siseo de dolor. Y esta vez, al menos no fui ignorado, pues aunque él estuviera más herido, pareció arrepentido y me tendió su mano.
No me importó que tuviera su mano llena de sangre, la tomé con una sonrisa agradecida.
Ahora que lo miraba de cerca. Yoongi tenía unos bonitos ojos..."
Tras eso, le acompañé a la enfermería de la escuela.
El enfermero pareció escandalizado cuando lo vio, pero no fueron heridas graves y salimos de allí poco después.
Ese fue el día en donde Yoongi se volvió menos arisco conmigo.
Los días pasaron, seguíamos coincidiendo y de vez en cuando hablábamos, hasta que nos hicimos amigos y empezamos a quedar y salir:
" — Me recuerdas a un gatito. Eres arisco como uno.
Yoongi frunció su nariz, dándome ternura y causando que riera.
— Tienes pensamientos muy tontos a veces.
— Bueeeno, contigo me vuelvo tonto. — Confesé con una sonrisa algo más tímida, y más ante la mirada de sorpresa del mayor.
— ¿Qué quieres decir con eso?
Sus pasos pararon en mitad del parque donde nos encontrábamos.
Era primavera, Hoseok me recomendó este lugar para venir y ver los árboles de cerezo. Las vistas eran bonitas, pero mis ojos no podían separarse de Yoongi.
