Octava parte: El cambio (𝙑𝙠𝙤𝙤𝙠)

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¿Despreocupación?

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¿Despreocupación?

¿Una vida fácil?

¿Inocencia?

Jajaja, nada de eso cuadraba con mi vida. Por mucho que intentara engañarme a mí mismo, por mucho que sonriera, mi corazón seguía igual de roto. No importaba que hiciera, me sentía caer en un agujero sin fondo. En un agujero, donde sabía que iba a morir, pero no sabía cuando, esa agonía que no me dejaba ni respirar.

¿Cuántas veces me había aferrado a Jimin? ¿Cuánta pena tiene que sentir hacia mí?

Cada día era un día donde no sabía que me esperaba. Abría mis ojos con miedo al presente.

"Temblé ante el frío de la noche.

En una esquina de este sótano sombrío, me hacía una bola buscando a duras penas entrar en calor.

Los minutos eran horas, y las horas eran días. Podía escuchar la aguja del reloj moviéndose cada vez más lento en un efecto auditivo que me engañaba a mi mismo.

¿Cuánto tiempo había estado aquí encerrado? ¿Dos días a lo mejor? ¿Uno?

No sabía cuánto, pero cada vez me costaba más respirar.

— ¡Taehyung!

Mi cuerpo que hasta ahora había permanecido en el suelo como un peso muerto, se incorporó rápidamente.

Mis ojos dolieron ante la luz del exterior, y lo único que pude ver con mi vista nublada, era la silueta de esa persona que tanto odiaba.

— Maldito perro. ¿Qué haces ahí? Levanta y ve a por algo de dinero.

Sentí un agarre en mi brazo que me hizo salir a empujones del sótano.

Esta persona que ahora mismo me gritaba por dinero...

Era mi padre."

Golpes, gritos, enfado.

Todo eso era una rutina en mi vida.

Mi padre, que cayó en el consumo de drogas y acabó en la ruina, arrastró a mi familia en todo esto. Mi madre que era golpeada cada día, solo podía llorar temerosa de mi padre. Y yo, que estaba en medio de ellos dos, me llevaba todos los golpes más fuertes y acababa siempre en ese frío sótano como castigo por "revelarme".

Solo me sacaba cuando necesitaba dinero, y me hacía trabajar como un esclavo. Había perdido la cuenta de todas las veces que tuve que ocultar esto. Recordaba cuando Jungkook, ese chico lindo que me había estado ayudando con mis estudios, se preocupó al verme herido.

" — ¿Qué te pasó en el rostro? — Me miró preocupado, tocando mi mejilla herida, lo que me hizo sisear adolorido.

— Solo fue una pelea. Unos chicos estaban golpeando a otro y... Bueno... — Reí, mintiendo claramente.

Jungkook me miró con esos grandes y cálidos ojos que tenía. Su mirada me hacia sentir como si pudiera ver a través de mí, como si pudiera ver todo lo que sufría detrás de todos estos golpes.

Pero...

— No lo hagas más. No me gusta verte así.

Por mucho que se preocupara por mí, nadie podía ver esto."

Jungkook me hacia sentir cosas que no estaban bien. Sentimientos que una vez experimenté, y que con ellos, acabé siendo aún más débil.

Jung Hoseok, mi ex pareja y la persona que una vez logró hacerme feliz. Él me hizo pensar que el amor podría ser posible, que ese amor doloroso de mis padres, era el falso. Me hizo pensar como un tonto, escapandome todos los días para verlo y revelandome aún más contra mi padre. Y todo ello... solo logró separarme de él.

Nos mudamos.

Antes de entrar en el Instituto, mi padre decidió alejarse de este sitio al ver que comenzaba a revelarme. Tuve que dejar atrás a Hoseok, a Jimin y a todas las personas que alguna vez me dieron su apoyo.

Cuando menos me di cuenta, me había vuelto una persona sin sentimientos. No tuve ninguna reacción al volver a la ciudad.

Mi amistad con Jimin perduró por mensaje, pero mi amor por Hoseok se extinguió como cenizas cuando mi padre descubrió mi sexualidad.

Me golpeó hasta casi morir y con el tiempo, acabé olvidandome de él. Me sentí muy incómodo al verlo en su fiesta de cumpleaños otra vez.

Él se mostraba muy nervioso y yo igual. Sabía que él ya no sentía nada por mí, así como yo tampoco con él. Pero... nunca aclaramos nada.

Él solo se marchó, y yo también.

Dejé a Jungkook confundido en ese lugar tras irme a recibir una llamada de mi madre.

Recuerdo el enfado que sentí cuando me dijo que volveríamos a irnos de la ciudad. Estuve gritando en unos largos minutos a mi madre que lloraba disculpándose hasta que escuché a mi padre, mi móvil cayó al suelo después de que la llamada se cortó.

Sabía que mi madre estaba en peligro, nunca corrí tanto en mi vida. Cuando llegué a mi casa, vi a mi madre siendo golpeada una vez más.

Se encontraba en el suelo sangrando y con mis manos temblorosas llamé a la ambulancia y a la policía.

Ese mismo día, mi padre fue llevado bajo las autoridades y mi madre fue llevada a un hospital, con su vida peligrando.

Los días pasaron como años, las semanas se sintieron infinitas.

Mi padre acabó condenado a la cárcel al ser descubierto por su tráfico de droga, violencia doméstica, entre otros delitos. Mi madre a duras penas logró sobrevivir. No fue hasta que ella despertó, que no lloré tanto en mi vida.

No le dije nada a nadie.

Llevaba sin hablar con Jimin y Jungkook mucho tiempo. Mi historial de llamadas estaba colapsado. Sabía que debía de dar respuestas, pero... más que respuestas, debía de dar unas despedida también.

Mi madre depresiva, debía de ser tratada en un lugar lejano de aquí. La hermana de mi madre la ayudaría, y yo tenía que ir a vivir con ellas.

Mi corazón dolía como nunca antes y ahora que todo esto había pasado... me sentía vacío.

¿Quién soy? ¿Qué hago ahora? Todo eso me preguntaba.

Esa vida a la que me había acostumbrado comenzaba a mejorar poco a poco. Pero... me volvía a alejar de las personas que amaba.

𝕰𝖓𝖋𝖊𝖗𝖒𝖊𝖉𝖆𝖉 𝕮𝖔𝖗𝖗𝖔𝖘𝖎𝖛𝖆 (𝐁𝐓𝐒)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora