¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Alguna vez has conocido a una persona que hace tus días más entretenidos? ¿Una persona que con tan solo una mirada te hace sonreír?
Para mí Taehyung llegó como un rayo de luz. Veloz y luminoso, que te abrumaba los ojos dejandote sin vista; pero cálido y puro, como un día de verano.
Así me sentí la primera vez que lo conocí. Me sentí ciego en un inicio, pero acabé por notar su calidez más tarde.
Yo era el chico perfecto del Instituto que hacía todo sin un mínimo de esfuerzo.
Me encontraba cansado de siempre hacer las cosas a la primera, todo era tan repetitivo como un ciclo sin fin. Sin embargo, él fue diferente. Todos eran iguales a mis ojos, menos él. Pues por mucho que intentara comprenderlo, nunca sabía lo que pasaba por su cabeza.
"— Ah, lo siento, profe. Mi perro se comió mis deberes. — Río con una sonrisa cuadrada.
¿Acaso ese chico no tenía preocupaciones?
Era el chico nuevo que había repetido y que encima causaba un nuevo escándalo en el aula cada día.
— Kim Taehyung, me dijo eso justo ayer.
— ¿Ah... sí? — Rascó su nuca con nerviosismo.
— Tendré que hablar contigo al final de la clase.
Sonreí sin poder evitarlo ante su cara de pánico, pensando que se lo había merecido. Odiaba el tipo de persona tan irresponsables y tan despreocupadas. Se notaba que no tenían problemas."
Mi "desgracia" llegó poco después.
El profesor me llamó unos días más tarde de ese momento y al entrar a la clase, Kim Taehyung se encontraba allí también, frente al escritorio del señor más mayor.
"— ¿Por qué está aquí Kim Taehyung? — Pregunté confundido, sentándome cuando el profesor me hizo un gesto.
— Porque es algo relacionado con él. Jungkook... ¿podrías ayudar a Taehyung con sus notas?
Si mi boca fuera una pelota, ya se habría ido de esta sala botando, sentí mi mandíbula temblar por la sorpresa.
¿Había escuchado bien?"
Lamentablemente escuché bien.
Por una vez maldecí ser el alumno más ejemplar de mi curso, debido a que me seleccionó por ello mismo. Y como no me pude negar por pura cortesía, unas semanas más tarde me encontraba ayudando al chico con menos nota de todo el Instituto.
"— No. Eso no es así. — Me quejé. Ya harto de explicar lo mismo tantas veces.
— Es que no lo entiendo. ¿Por qué hay letras en matemáticas? Es como si mezclas piña con una pizza. ¡La piña no pinta nada ahí!
— Esto es álgebra, es normal que haya letras. Y... la pizza con piña está buena.
La boca del contrario fue la que se abrió está vez, ofendido por mis palabras.
— Wow, luego me dicen a mi que soy como un alien. Yo creo que si te gusta la pizza con piña vienes de otro planeta. — Me señaló vulgarmente.
— ¿Qué tiene que ver eso con las matemáticas? Solo resuelve esto. — Le puse delante el cuaderno y el libro.
La boca del mayor se frunció en un puchero. Contra más tiempo pasaba con él, más pensaba que estaba hablando con un niño pequeño.
¿Cómo podía haber una persona así?"
Los días pasaron rápidamente a comparación del tiempo de cada clase que le daba.
Ahí el tiempo pasaba tan lento como el procesamiento del cerebro de Taehyung. A duras penas consiguió entender porque había letras en una ecuación, pero afortunadamente, logró tener éxito en su exámen.
Su sonrisa cuadrada casi ocupaba todo su rostro y esa sonrisa infantil, me hizo sonreír a mí.
— Eres genial, Hyung."
Sí, como oís. Al final, acabé encariñandome con él. Comenzando a llamarle con honoríficos.
Él se ganó mi confianza y respeto solo con sus sonrisas y positivismo. Poco a poco comenzaba a sonreír más, me aburría menos contra más tiempo estaba a su lado. Mis preocupaciones y problemas se fueron volando junto con la brisa de cada mañana que nos veíamos.
Llegué a pensar que a su lado, todo iría bien y que nunca tendríamos problemas. Pero... no fue así.
Me enamoré de él.
No supe cuando ni como, pero cuando me di cuenta... su sonrisa cuadrada pasaba por mi mente, robandome mil suspiros. Estaba como un tonto pensando en él todo el día, hablando con este en mensajes. La vida se tiñó de ese lindo rosa del que mucho hablaban.
Pero...
Ese rosa empezó a oscurecerse. La felicidad de Taehyung comenzó a disminuir junto con sus sonrisas y esa despreocupación que siempre mostró, desapareció sin dejar rastro.
Todo comenzó, el día de la fiesta de cumpleaños de Hoseok.
"Miré incómodo a Taehyung y Hoseok.
Estos dos se miraban con nerviosismo, intercambiando palabras torpes y moviéndose raramente.
No entendía que sucedía. Había una extraña atmósfera en el ambiente, una extraña conexión en sus ojos, que no lograba descifrar. Como si estuvieran compartiendo un código que nadie más que ellos sabían.
— B-bueno. Gracias por venir. — Rió Hoseok nervioso e incómodo, despidiéndose.
Taehyung a mi lado solo pudo reír de igual forma. Quise preguntarle sobre ello, pero este me pidió un momento cuando su móvil comenzó a sonar.
— Está bien. Te espero aquí.
Los minutos pasaron y Taehyung seguía sin venir. Mi preocupación aumentó. Me pregunté si había sucedido algo grave y pareció ser así, pues cuando seguí los pasos por donde se fue, pude escucharlo hablar a gritos por teléfono.
— ¿¡Qué quieres decir con eso?!
Nunca lo había visto así, él movía sus brazos con brusquedad en esa oscura habitación. Su cuerpo daba fuertes temblores y pude verlo llorar de rabia.
— ¡No iré!
El comenzó a gritar más, y cuando pensaba que se iba a volver loco e iba a romper algo, su rostro se volvió pálido y su cuerpo se quedó helado.
El móvil que mantenía en su oreja, cayó en un ruido sordo en el suelo.
— ¿Taehyung?
Él pasó por mi lado sin siquiera notarme.
Lo último que pude ver en esa fiesta, fue su espalda alejándose a pasos acelerados."
Desde ese día, es que Kim Taehyung no se volvió a ver en el Instituto.
