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Habían pasado dos años desde esa fiesta de cumpleaños tan desastrosa que tuve.
Me acuerdo aún de ese día de lluvia; donde Namjoon miraba incómodo a todos lados; donde Taehyung, mi ex, salió corriendo por la puerta; y donde me volví a pelear con Yoongi.
Las cosas cambiaron más de lo que creí. Las personas que alguna vez pensé que eran, tenían más cosas detrás de lo que creía.
Poco después de esa fiesta, recuerdo que Jin me visitó. Parecía alguien completamente diferente, su inusual sonrisa resplandeciente fue sustituida por unas ojeras en sus ojos y por una mirada de temor. Me sentí muy extraño, nunca lo había visto así, pero...
" — Yo todo este tiempo he fingido ser alguien que no soy. No soy tan positivo como tú. No soy el chico perfecto del Instituto como Jungkook o el Ángel de mi clase como Jimin.
— Jin...
— Déjame hablar, por favor. — Me pidió con sus ojos humedecidos. — Yo tenía miedo de no ser aceptado. Me siento avergonzado, como el mayor de mis amigos, en ser tan inseguro. Pero... quiero empezar a cambiar. Ser más maduro. Ser yo mismo.
Me acerqué a él, rodeándolo con mis brazos.
— ¿No estás enfadado? Nos conocemos de hace mucho pero siempre te engañé.
Negué con mi cabeza, sonriéndole.
— No, está bien. Tú siempre serás mi amigo, cambies o no."
Jin tomó el valor de cambiar. A los pocos días vino al Instituto agarrado de la mano de Namjoon. Todos se burlaron por eso, pero las burlas no duraron mucho. El chico más callado de todo el centro, Kim Namjoon, comenzó a cambiar también.
Por primera vez, con su increíble inteligencia logró callar a todos. Todos quedaron intimidados, porque nadie estaba acostumbrado a los cambios. Muchos saltaron en defensa de los dos y otros aprovecharon para confesar sus sexualidades también. Los que en un principio se burlaron de manera homofóbica, acabaron humillados.
Namjoon y Jin lograron ser felices, y hasta ahora, seguían en una relación fuerte en la Universidad.
Mi mente, comenzó a aceptar los cambios, pero sin embargo, aún seguía costándome creer lo que una vez pensé imposible.
Min Yoongi, el que una vez fue mi mejor amigo, comenzó a cambiar también.
Me acuerdo que hubo una época donde no venía a clases, la gente comenzó a olvidarlo. Cuando regresó, todos seguían ignorandolo. Sin embargo, yo me di cuenta de su cambio, ese chico que siempre había estado alerta de los demás, mirando a todos con desconfianza, se vió más relajado. Mi sorpresa fue bastante grande al verlo dormir en su pupitre, se volvió el chico invisible del Instituto, nadie se metía con él y él no buscaba pelea. Cambió completamente, pero era más feliz. El brillo extinto de sus ojos, comenzó a surgir una vez más y cuando pasó un año, él vino a mí como una persona nueva.
