Namjoon miró a su novio tembloroso con preocupación. Su dedo se deslizó con delicadeza sobre su mejilla, intentando quitar cualquier rastro de lágrimas que quedara.
Jin solo cerró sus ojos, apoyando su mejilla en su mano. Dando pequeños hipeos, causados por el fuerte llanto anterior.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? — Preguntó con la preocupación carcomiéndole.
— ¿D-de verdad te gusto, Nam? — Preguntó en una voz temblorosa, aferrándose a la mano del menor, el cual, tomó en brazos como pudo al mayor, colocándolo en su cama entre movimientos torpes.
— Por supuesto que sí. ¿Por qué me preguntas eso?
— Solo mírame. ¿No te doy asco? No soy la persona que creías que soy. No soy el perfecto Seokjin que pensabas que era. Mi vida no es solo alegría y...
Paró de hablar en el momento que Namjoon tomó sus labios entre los suyos. Sus ojos se cerraron lentamente, sintiendo las lágrimas comenzar a salir otra vez. Aun así, no se alejó del menor porque necesitaba esto. Necesitaba amor y cariño. Sus brazos volvieron a aferrarse al cuerpo contrario. Pudo sentir a Namjoon colocarse sobre él, dejándolo acorralado sobre el colchón, logrando que un jadeo saliera de su boca cuando este mordió su labio, no pudiendo evitar estremecerse.
— Te amo, Jin. — Susurró rozando sus labios por cada movimiento de su boca al pronunciar esas palabras.
Algo en el interior de Seokjin se rompió, comenzando a llorar otra vez como un niño pequeño.
— Lo siento, lo siento. — Repitió y repitió esas palabras. — No debí de ocultarme contigo.
Namjoon sonrió buscando hacerlo sentir mejor, besando sus mejillas con cariño.
A pesar de que las sonrisas de Jin iluminaban sus días. La perfección de este, que no mostraba inseguridades, siempre le hizo sentir avergonzado de sí mismo por mostrar tantos defectos. Ahora que podía ver a Jin llorar y mostrarse así de inseguro, le dolía, pero le aliviaba también. Jin comenzaba a ser un ser humano, mostrando sus lados más oscuros y eso... le hacia sentir más unido a él.
Namjoon esperó a que Jin se calmara otra vez. Quiso hablar sobre el tema, pero el mayor estaba tan cansado, que cuando menos se dio cuenta, cayó dormido entre sus brazos.
No estaba bien observar a alguien dormir, pero se permitió el observar y admirar ese hermoso rostro de su imperfectamente perfecto novio.
Cuando sus oscuros ojos volvieron a abrirse, sonrió, besando sus pómulos con amor.
— ¿Dormiste bien?
— ¿Te quedaste despierto todo el tiempo? — Mostró su preocupación el mayor, frotando sus párpados para despertar más rápido. Aunque no hizo falta el movimiento, pues cuando Namjoon asintió, todo su sueño se fue de golpe.
— No debiste hacer eso, tonto. — Lo golpeó flojamente en su hombro, en donde después volvió a a apoyar su rostro. — Lo siento...
— No debes de disculparte, Jin. — Negó, acariciando la espalda de su novio.
— Pero te engañé todo este tiempo. — Susurró en un hilo de voz.
— Pero que me hayas llamado en esta situación, demuestra que confías en mi, ¿no lo crees? — Sonrió, jugueteando con su otra mano con los cabellos del contrario.
— Yo... llevo así mucho tiempo. Fingiendo alguien que no soy. Temía no poder encajar con los demás, no tener amigos, ser intimidado.
Aferró sus brazos una vez más alrededor del cuerpo del menor.
— ¿Y ahora?
— No lo sé. Me di cuenta... que no soy feliz fingiendo ser alguien que no soy. Pero me da miedo que ahora todo el mundo me odie. ¿Qué pensará Hoseok? ¿O Jimin? Todos fueron muy amables conmigo. — Hundió su rostro en su cuello.
— ¿Y por qué te odiarían? O-o sea... yo no sé mucho de amistades, no he tenido muchas. P-pero, conozco a Hoseok y sé que es la clase de personas que te apoyaría. — Habló torpemente en tartamudeos.
Y Jin río ante eso.
— ¿Crees que pueda cambiar?
— Lo creo. Yo al menos... estaré contigo. Me... me gusta más este Jin sincero. — Confesó, sorprendiendo al nombrado, que sacó su rostro de su cuello para mirarlo sorprendido.
— ¿Por qué te gustaría más? Te estoy metiendo en más problemas.
— Pero yo siempre rompo cosas tuyas y no te enfadas. Oh... espera... — Lo miró con sus ojos grandes. — Esa vez que rompí tus palillos y tuviste que comer con tus manos. Tus cejas temblaron. ¿Estabas fingiendo ahí?
Jin abrió también sus ojos con demasía al recordarlo.
— ¡Por supuesto! ¿Como puedes romper los palillos de esa forma? Y encima solo te disculpaste todo el rato y ni me cediste tus palillos. — Se quejó, mostrándose ahora como era de verdad, sintiéndose bien el hablar sin ningún tipo de filtro.
— ¡Dios! Soy tan estúpido. — Se avergonzó el menor, tapando su rostro con sus manos.
Y Jin volvió a reír en una risa más escandalosa.
— Eres imperfecto. Pero me gusta eso.
Namjoon quitó sus manos de su rostro, mirándolo con una sonrisa avergonzada pero feliz.
— A mí también me gusta tus imperfecciones, Jin.
Seokjin se sintió como si un peso se fuera para no volver.
Era increíble todo el esfuerzo que hizo para cambiar y ser aceptado, y lo vacío que se sintió al fingirlo. Ahora, siendo sincero y siendo él mismo, se sintió mucho más lleno al ser aceptado por Namjoon.
Ese chico era torpe pero sincero y él era inseguro pero feliz. Eso era lo más importante.
Ahora iniciaba una nueva etapa de su vida donde debía mostrarse tal y como era sin tener miedo.
La felicidad era difícil de alcanzar, pero ocultando la verdad solo sería infeliz. Para ser feliz hay que sufrir, pero siempre acaba llegando.
Su felicidad era ser él mismo, mostrandose tal y como era a la persona que más amaba.
"Gracias Kim Namjoon."
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𝕰𝖓𝖋𝖊𝖗𝖒𝖊𝖉𝖆𝖉 𝕮𝖔𝖗𝖗𝖔𝖘𝖎𝖛𝖆 (𝐁𝐓𝐒)
Fanfiction𝑈𝑛𝑎 𝑠𝑜𝑚𝑏𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎 𝑣𝑒𝑟, 𝑙𝑎 𝑒𝑛𝑓𝑒𝑟𝑚𝑒𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑚𝑏𝑖𝑎𝑟. ¿𝐐𝐮𝐢𝐞́𝐧 𝐬𝐨𝐲? •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° 𝘗𝘢𝘳𝘦𝘫𝘢𝘴: -ℕ𝕒𝕞𝕛𝕚𝕟 -𝕐𝕠𝕠𝕟𝕞𝕚𝕟 -𝕍𝕜𝕠𝕠𝕜. •𝙳𝚒𝚎𝚣 𝚌𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘𝚜. •1000...