Siete chicos de la misma escuela son encerrados en una habitación en la que deben jugar para poder escapar o en este caso ganar. Tienen que ir abriendo las puertas de cada habitación para lograr llegar al final pero la gracia de este juego es la for...
La puerta detrás de ellos se cerró de golpe, asustando a ambos chicos siendo Thor quien fue el más rápido en reaccionar al rodear a Loki con un brazo mientras el otro usaba como un escudo para protegerlo. Loki solo podía maldecirse a sí mismo por su curiosidad, culpándose de que ese nivel seguro no solo le traería dolor a él sino que Thor tendría que lidiar con alguna ridícula regla sexual.
—Este nivel será muy especial. —esa voz que todos empezaban a odiar apareció —. Dentro de la pequeña caja encima de la cama están las instrucciones.
Thor se separó de él, confundido, y se acercó a la cama de donde tomó una muy pequeña cajita de color negro con una cinta blanca. Thor la abrió bajo la atenta mirada del pelinegro que también se había acercado, cauteloso.
Dentro de la cajita solo había una tarjeta con letras cursivas indicando solo dos instrucciones cortas. Por la distancia Loki no pudo leerlo pero estaba ansioso de saber de una vez qué era aunque el miedo aprisionara su corazón. Mas por la expresión de Thor, Loki comprendió que no podía ser algo grave si el rubio estaba enrojeciendo, disimulando algo.
—¿Qué dice, Thor? —el nombrado miró a Loki unos segundos solo para desviar su mirada avergonzado. Loki no lo soportó y le arrebató la tarjeta de las manos, y entonces pudo leer:
Instrucciones:
La cerradura buscará en el armario un disfraz, y si lo desea aplicarse un maquillaje.
Hacer el amor.
—Qué mierda —exclamó el pelinegro, sin importarle que Thor pudiera sentirse rechazado. De alguna forma las anteriores veces era solo violación, obligados a tener sexo pero ahora les pedían que fingieran amarse.
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—Bucky, tengo hambre —se quejó Wade, como un niño pequeño, deseoso de que el pelinegro le dirigiera al menos una mirada. —¡Bucky! Por lo menos dime por qué estás enfadado conmigo.
—Eso ya deberías saberlo —respondió Bucky claramente molesto—. Eres el chico más pervertido que nunca he visto. ¿Cómo te atreviste a hablarle así a Loki? Y aún más, ¿cómo puede divertirte estar en esta situación? ¡Y tienes hambre! —lo último, Bucky lo dijo con sorna —. Adivina qué, no hay nada qué comer ahora.
Wade lo miró en silencio, pero en su interior gritaba de enojo ¿acaso Bucky se creía su madre? Ni siquiera su madre se había atrevido alguna vez a regañarle aun cuando decía groserías.
—Vete a la mierda —Wade logró responder, y luego sintió un golpe fuerte en su mejilla. Tardó en reaccionar y darse cuenta que Bucky le había dado un puñetazo y estaba preparándose, al parecer, para darle una patada.
—¡Oye! Nada de peleas —Tony se interpuso entre ambos, deteniendo a Bucky. —Hablaré con Wade sobre su comportamiento pero no nos dejemos arrastrar por la ira. Nos tenemos solo a nosotros...
Bucky salió, resoplando, hasta encontrar a Fandral que estaba viendo qué hacer con la poca comida que quedaba.
—Quisiera matar al idiota de Wade —refunfuñó el pelinegro, tomando un vaso para servirse agua.
—También yo —sonrió de lado Fandral. —También yo...
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Loki, al igual que Thor, estaba pensando cómo era hacer el amor. Y más aún, cómo hacerlo en un lugar así.
En efecto, el armario tenía algunos extraños disfraces, lencerías pero para mujer. Loki suspiró resignado, escogiendo ya cuál usaría, buscando uno que no fuera tan exagerado, y sin dejar de sentirse cada vez más humillado al pensar cómo estarían los demás chicos viéndolos a través de las pantallas.
—No debería importar pero tápate los ojos —le pidió al rubio, fingiendo tranquilidad. Thor se dio la vuelta, aún avergonzado.
Loki no perdió el tiempo, cambiándose rápido la ropa tan provocativa pero a él solo le dolía verse usado como un muñeco. Un sucio muñeco.
Hacer el amor, hacer el amor. Loki no estaba seguro si lo que harían podría considerarse amor. Hacer el amor. Pero de algo estaba seguro; tenían que dejarse llevar por el momento. Se acercó lentamente donde Thor para subirse sobre sus muslos y con ambas manos atraerlo hasta su cuello.
Le satisfizo saber que Thor no era un degenerado como Wade. Thor era algo torpe pero eso recompensaba lo bondadoso que siempre había sido con todos, ganándose un montón de suspiros de amor, pero menos el de él.
Se separó del abrazo para conectar sus miradas y hacer especial ese momento. Loki sintió cómo para Thor sí parecía real, y no un juego como debería ser, como Loki lo estaba sintiendo. El amor no existía en ese lugar. Una caricia suave hizo que volviera en sí y pusiera de su parte, sintiendo cómo los dedos de Thor se adentraban a lugares más íntimos.
—Te amo —Loki sacó sus mejores cartas para terminar con todo aunque doliera ver la ilusión y felicidad en el rostro del rubio.
