hiden kisses - km

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El castaño camino hacia su departamento con la mente distraída mientras tarareaba una canción, llevaba su bicicleta consigo no queriendo utilizarla. Paso por uno de los bares y de manera inesperada y demasiado burlesca a la vez pudo ver por el ventanal a su padre.

Lo esperó en casa hasta la 1 a.m, se dijo así mismo que debería calmarse o en otro caso, lloraría frente a él y eso no era algo que quería que ocurriese.

Él llegó algo tomado. Tuvo que encogerse en su lugar mientras lo veía dirigirse hacia su habitación sin siquiera mirarlo.

Ni una palabra, ni una mirada.

Jimin se sintió como el ser más miserable de la tierra.

Su pecho se oprimió y de sus labios salió un sonido desgarrador.

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Detrás de un muro, pudo escuchar sin querer como su profesor favorito era llamado a dirección, inevitablemente la culpabilidad lo invadió, traía problemas a dónde quiera que vaya, se sentía enfermo.

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—Me conoce, profesor.- empezó diciendo.- no soy el tipo de director que interfiere en las lecciones.- el contrario asintió.- pero recibí llamadas de Padres que realmente no apreciaban el hecho de que hable de homosexualidad dentro de clase.- termino por decir.

—No hablé de homosexualidad.- respondió tranquilo.- Hablé de la homofóbia. Mi trabajo es permitir a los alumnos superar sus prejuicios.

—No, tu trabajo es enseñar ingles, punto.- contesto.

—En este caso; hay que invitar a una asociación que luche contra la homofóbia para hablar en la escuela.- explico.- los alumnos se están haciendo muchas preguntas.

— ¿Está bromeando? - contestó interrumpiéndole.- ¿Se imagina la situación si tal asociación viene aquí? Escuche profesor, no tengo nada en contra de los homosexuales, incluso tengo muchos amigos que los son. Puedes comportarte como desees en otro lugar, pero aquí, eres un simple maestro ¿Está claro?.- preguntó, el contrario asintió, no tenia voz ni voto en éstos casos, era inútil.

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En la sala de docentes, el tema no era dejado atrás, al parecer el incidente se había convertido en un gran tema debatible.

Por un lado, algunos encontraban tonto el accionar de Park, creían que su falta de discreción era la causante de todo. Mientras pocas eran las personas que dirigían su punto de vista directamente hacia el acoso y el que dirán de los padres en general en caso de que buscaran hacer algo al respecto, dejaban muy por detrás su moral.

Dongmin pensó en Jimin y su rostro lleno de hematomas, en cómo se dirigía de forma casi invisible hacia los baños porque quería evitar que su almuerzo terminara sobre él, en cómo prefería cambiarse fuera de los vestidores porqué unos imbéciles creían que era correcto tocar su cuerpo de forma burlesca por no ser como ellos.

Esto iba mucho más allá de una simple pelea entre adolescentes como les gustaba decir a los Padres.

Sin embargo, siempre podía acudir a Irene.

Docente que pasaba desapercibida, no se hablaba de ella si no era por proyectos imposibles o problemas de matemática. Dongmin no podía decir que eran exactamente amigos pero conocía su pasado, conocía sus demonios y conocía su forma de pensar.

Cómo se esperaba, ella se negó sin peros, aunque el tema no acabó ahi, Dongmin tuvo que sacar a relucir su pasado como víctima de bullying y homofobia comparando su lamentable adolescencia con la de Park Jimin, por mucho que sabía que esto molestaría a la fémina.

La razón de su negativa era clara y entendible, el círculo vicioso del que le había sido difícil salir era triste y un recuerdo amargo que no quería volver a recordar.

Él lo entendió.