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—Los guantes, Jungkook.-avisó el mayor.

El nombrado asintió sin mirarlo, como todos esos días. No había podido hacerlo desde el incidente.

Aseguro que ambas bandas estuvieran bien colocadas y puso ambos guantes sobre ellas.

Podía sentir la mirada de su progenitor sobre él, juzgando todos sus movimientos y escuchando en su mente de que formas reprenderia cada uno de ellos hasta el cansancio.

—¿No quieres tener una familia?- lo escucho decir.

Su circulación se detuvo y su mirada paro en el suelo.

—Me refiero a una familia normal.- aclaró ante la ausencia de ruido.-¿Quisieras vivir toda tu vida asquerosamente deprimido? ¿Solo viviendo al margen?

—Estoy confundido, papá.- murmuró en un lamento.

El mayor repitió sus palabras con sorna y una risa áspera que lo llenó de angustia.

—¿Sabés por qué?

El menor de la habitación cuidaba sus palabras acostumbrado a ello, sin embargo, en esta situación, la unica forma se comunicarse asertivamente con su Padre era manteniendo la boca cerrada.

—Porqué en tu cabeza, sabes muy bien que estás tomando el camino incorrecto.- contestó tomando al contrario de la nuca y mirándolo a los ojos.- no es el fin del mundo, hijo, todavía puedes recomponerte de esta mierda

—Lo he intentando.- contestó intentando no enredar sus palabras.- juró que lo intenté, muchas veces.

El mayor lo soltó con brusquedad e hizo amago de arreglar sus guantes, después de un largo minuto comenzó con la práctica sin aviso o tiempo de preparación.

El menor recibió el primer golpe sin disposición a defenderse o esquivar. No protesto.

—¡Sube la guardia!

-

Su cuerpo cayó sin remordimiento en la colchoneta azul, sus cabellos rubios empaparon está a causa del sudor. Su respiración entrecortada hizo que tosiera por momentos.

—Deberias seguir.- escuchó al mayor decir.- tú solo.

Jungkook en su lugar no supo a qué se refería.

—No más celular, no más aparatos e internet, Jungkook. Tu nos obligaste hacerlo.

-

Jeon Jungkook tenía muy en claro que se le sería arrebato el celular y todo aparato electrónico, no obstante, nunca creyó que su vida educativa y social también se verían afectadas.

Planearon dejarlo encerrado en su habitación como si se tratara de un maldito delincuente.
¿Había sido tan malo?

Escucho a su Madre entrar en negación con su progenitor y definitivamente odio con todas sus fuerzas verla tan vulnerable ante las palabras llenas de rencor y escazas de sentimiento de este.

—Él necesita volver a estudiar, mi hijo no puede ausentarse tantos días ¿Cómo logrará graduarse?

—Haré una nota. Puede estar enfermo por unas semanas, no esta tan alejado de la realidad después de todo.

—¿De verdad crees que encerrarlo como un animal sea la solución?

—Hey.- tomó sus manos.- deseo que mi hijo sea feliz con una familia en el futuro y sin vivir al margen de lo que dirá la gente. No quiero que viva constantemente preocupado por ser llamado un marica. Deja de protegerlo está vez, mujer, a este paso nunca mejorara, necesitamos darle ese tiempo suficiente consigo mismo para darse cuenta de que está equivocado ¿Bien?

La contraria la miro angustiada en una lucha interior.

—¿Confías en mí?- le preguntó este acariciando su mejilla.

Ella asintió con los ojos cristalizados que demostraban no estar deacuerdo del todo.

Su pequeña burbuja llena de melancolía terminó por explotar cuando el sonido del timbre resonó por toda la casa.

—Ire yo.

Al abrir la puerta, se sorprendió un poco cuando estuvo cara a cara con Minnie.

—Buenas tardes, señor Jeon.- saludó cordialmente.

—Oh igualmente.- devolvió.- ¿A qué se debe tu agradable visita?

La contraria sonrió por la amabilidad antes de responder.- Estoy preocupada por Jungkook.

El mayor no pudo detener la mueca inconsciente que se detuvo en su rostro, sin embargo, supo disimularlo bien.

—Él no responde mis llamadas y le dejé muchos mensajes, ni siquiera los ve.

—Es normal.- interrumpió.- tiene una gran gripe, pasó demasiado tiempo dentro de la piscina y jugó en contra de él. Lo conoces bien, el es así.

—Entonces ¿Puedo verlo?- preguntó con el ceño fruncido, preocupada.

—¿Querés caer también enferma?- bromeó.- no te preocupes, querida, él se pondrá bien pronto, enviaremos una nota.

La contraria hizo una mueca decepcionada y estuvo apunto de replicar.

—Le diré que pasaste por aquí, se alegrará de saberlo.

—Oh muchas gracias, señor, nos vemos luego.- se despidió.

No obstante, el pelirrubio la vio marcharse desde el ventanal de su habitación.

hiden kisses - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora