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Su rostro era atacado por los rayos solares de forma satisfactoria, suspiro profundo y parpadeo aclarando su vista, sin embargo, su cuerpo entero se tensó al sentir una cálida mano acariciar su antebrazo.

—¿Quieres nadar? - preguntó la pelinegra jugando con el cabello contrario.

Jeon negó.- No, hazlo tú si quieres.- respondió.

—Anímate, es refrescante.- al no recibir respuesta alguna, rodó los ojos y comenzó a repartir castos besos de forma pausada a lo largo de su antebrazo subiendo hasta su mandíbula.

Jungkook frunció el ceño y trató de relajarse antes de que Minnie se percatase de que sus besos no causaban nada en él. De verdad ansiaba alguna reacción de su cuerpo ante los estímulos, sin embargo, se encontró rígido contra las baldosas.

Para bien o quizás para mal, la voz de su Padre los interrumpió.-Es hora de entrenar, Jungkook.- avisó sonriendo hacia la fémina en forma de saludo.

Jungkook sabía que en un futuro, él lo veía casado con aquella pelinegra.

Una mujer.

Suspiro y apartó a Minnie de forma suave, jugó con su cabello brevemente en forma de despedida y siguió al mayor.

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No podía decir que el boxeo era su deporte preferido, pero si que era excelente en ello.

La práctica constante desde que era un niño había sido una de las reglas estrictas de su Padre. Finalmente cuando cayó en cuenta que no tenía más opción que seguir haciéndolo, le agarro el gusto y empezó a practicarlo por su lado, aparentemente sin presiones.

No era un deporte que se veía ejerciendo en algún futuro de manera profesional para ganarse la vida aún cuando el motivo principal siempre fue envanecer a su Padre.

—¿De verdad quieres ganar ese evento?- preguntó el mayor mirándolo filoso.

—Lo hago.- respondió seguro, su competitividad seguía intacta.

—Entonces necesitas seguir trabajando en tus debilidades si pretendes traer esa victoria.

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Cuando la luz del sol dejo de favorecerles y el brillo de la bombillo comenzó a marearle lo suficiente para quedarse dormido sobre el tapiz, la práctica llegó a su fin.

Cayó rendido sobre sus rodillas, su cuerpo húmedo y sudado, la respiración entrecortada.

—¿Lo ves? Todo está en la mente.- dijó acercándose al menor.- Bien hecho.- lo ayudó a ponerse de pie.

Jungkook le dedicó una simple sonrisa de lado y subió hacia su habitación sumamente agotado. Quitó las vendas de sus nudillos y jadeo por el escozor. Se metió a la ducha pesadamente y se dió el lujo de relajarse con el agua caliente cayendo de la regadera, jadeo en satisfacción.

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Se enfundó en ropa limpia y descendió hasta el patio encontrándose con la cena servida al aire libre, sus Padres y Minnie, qué al parecer decidió quedarse.

Tomó asiento a un lado de la pelinegra mientras se dedicada a comer y escuchar vagamente la conversación trivial que estaban llevando.

No le apetecía seguirles el hilo, demasiado cansado para abrir la boca y pronunciar algo, sin embargo, su Madre creyó que era perfecto tocar el tema de su relación con Minnie.

—Hable con tu Madre, cariño.- le dijo con ese apodo amistoso, la contrario sonrió.- ambos deseamos demasiado ser abuelas.

Jungkook casi temió ahogarse, por suerte, solo su hermano pequeño se percató.

—Ni siquiera hemos terminado la escucha, no estoy seguro si quiero ser Padre.- respondió frunciendo el ceño.

Su Madre le sonrió comprensiva. Su Padre era otro tema.

—Para este punto de tu vida, hay decisiones que ya debes tener en claro, Jungkook. Expandir nuestro árbol genealógico no es una, es un tema que debes tener previsto y muy en claro, son ellos junto a tus nietos los que no te dejarán morir en el olvido.

El menor no refutó ante aquello, su Padre no era igual que su Madre, él no le sonreiría compresión ni mucho menos trataría su opinión con respeto.

El tema fue desvaneciéndose al igual que el ambiente denso, la conversación siguió fluyendo hasta que claro, uno en especial se llevó toda su atención.

—Me comentaron sobre un chico nuevo en la escuela.- mencionó.- se llama Jimin y es Gay.- resaltó

—¿Qué significa Gay?- preguntó el menor de la mesa.

 —Come tu comida.- le contesto su Padre con el ceño fruncido, definitivamente no le cayó bien hablar sobre ello.

—Para los padres-

—No debe ser nada fácil.- interrumpió el mayor a su Madre.- ¿Haz hablado con él?- se dirigió a Jungkook.

—No..- murmuró.- bueno, solo fue un saludo, supongo.- se acomodo en su silla y rasco la nuca, carajo, estaba sonrojándose.

—Mantén tu distancia.- demandó el mayor.- Ya sabes, cómo en un ring.- bromeó tratando de aligerar el ambiente, sin embargo, Jungkook sabía que hablaba muy en serio.

Jeon menor asintió e intentó sonreír levemente fracasando en ello, trató de no encogerse en su lugar. Todos siguieron en su mundo, nadie lo volvió a mirar pero aún así se sintió acorralado.

No volvió a tocar su plato.

hiden kisses - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora