1

1.1K 73 0
                                    

Sentado en la mesa, sin compañía, se abstuvo a pensar en todo lo que había pasado en el trascurso del día. Terminó de cenar y se dirigió hacia la cocina donde se encontró con su padre quien parecía estar sacando la ropa de la lavadora, este al verlo solo le entrego una mirada filosa y salio del lugar sin decirle alguna otra cosa. 

Por supuesto Jimin no pudo evitar ponerse sensible y se detuvo en su habitación, encerrándose y acostándose dispuesto a dormir para olvidar, pero falló, porque los recuerdos de la noche pasada invadieron su mente.

-

El bullicio permanecía en todas partes festejando a la cumpleañera quien soplaba sus velas luego de cantarle, después de aquello la muchedumbre nuevamente empezó a esparcirse, eran demasiadas personas pero no se sentía ajustado, la casa era lo suficientemente espaciosa. 

Se acerco a dos de sus compañeros para avisar que ya tenia que marcharse, su Padre vendría dentro de poco, no conocía a muchas personas, ni siquiera había hecho amigos, pasearse únicamente solo en aquella inmensa residencia no era divertido en lo absoluto.

—Tengo que irme.- se adelantó a decirle cerca de la oreja, la música retumbando no lo dejaba ni oír sus propios pensamientos.

— ¿Ya te vas? estaba comenzando a ser divertido.- respondió. 

—Lo sé, pero estoy agotado.- se excusó, el contrario asintió sin darle tanto revuelo.

Jimin empezó a caminar hacia la primera salida que visualizo tomando de paso su abrigo del almacén. Detuvo sus pasos al sentir su celular vibrar en su bolsillo trasero indicando que tenia un nuevo mensaje.

+82 xxx xxx xxx 

No te vayas, nos vemos en el  jardín, necesitamos hablar.

 


Fue lo que leyó, ascendió la mirada buscándolo.

Se dirigió al lugar propuesto y dejo que una pequeña sonrisa se adueñara de su rostro cuando encontró a quien buscaba.

— ¿Qué quieres?

hiden kisses - kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora