FAKER | Yeonbin

F O U R

Seoul, Corea del Sur.

ㅡOtra. - Pronunció con la voz ronca. Notó como el mesero lo miraba confuso, de seguro sus murmullos solo eran incoherencias ahora.

¿Cuántos tragos había bebido?, ¿cuántas horas llevaba en aquel lugar?

ㅡQuiero otra. ㅡ Musitó más lentamente, esperando ser entendido esta vez.

El mozo asintió y se alejó lentamente de Yeonjun.

ㅡMi vida es un asco. - Escupió las palabras mientras recordaba las que su padre había pronunciado hace unas horas.

En quiebra.

¡¿Cómo rayos podían estar en quiebra?!

Él jamás había tenido privaciones, si quería un juguete cuando niño, lo obtenía; Si quería un carro cuando adolescente, lo compraba; Si quería un departamento como adulto, lo obtenía.

Cualquier cosa que deseaba siempre había estado para él. Nunca había trabajado por lo que quería, simplemente con solo decirlo aparecía frente a él.

No era magia, era el poder del dinero.

¿Qué haría ahora?

Yunjae dijo que el dinero que él obtenía ya no llegaría. ¿Y ahora qué?, ¿se supone que debía conseguir un empleo?

El liquido amarillento se posó frente a él, tambaleándose dentro del vaso, ni siquiera sabía qué era eso, había llegado pidiendo una bebida que lo hiciera olvidar... bien, al parecer no estaba dando resultados.

ㅡDisculpe, temo decirle que esa es su última bebida, ya vamos a cerrar.

ㅡBah, da igual. Esta porquería no me sirvió de mucho.

ㅡ¿Gusta que le pida un taxi, señor?

ㅡNo puedo pagarlo. - sonrió de ladoㅡ Me acabaré todo el dinero que me queda en estas bebidas.

Sacó su cartera entonces y derramó los billetes sobre la mesa. Apenas había alcanzado con lo que traía.

Salió de aquel lugar y entró a su auto, pisando el acelerador fuertemente, deseando dentro de sí chocar y morir para así no enfrentar su realidad.

-

Daniel maldijo en voz baja, había conseguido el número de aquél hermoso chico en el café, pero después de analizarlo un poco se había dado cuenta que no sabía su nombre. ¿Cómo iba a llamarlo ahora?

Sería como: <<Hola, chico al que derramé todo mi frappé, soy Daniel, ¿me recuerdas?>>

Que idiota que sonaba eso.

Al menos que usara eso como ventaja y lo llamara esta noche diciendo: << Hey, bebé, no me dijiste tu nombre.>>

Se retractó, eso también sonaba estúpido.

Había planeado llamarle esta misma noche e invitarlo a pasear al parque por la mañana, pero nose le ocurría cómo empezar la conversación, tal vez con algo simple como un: <<hola, soy Daniel>>, pero aún así tenía que recordar que le había dado su teléfono para que le comprase una nueva camiseta, no para salir con él.

Tal vez debería ingeniar un nuevo plan. Entró a la ducha preparándose para un baño largo. Quería borrar la mala primera impresión que había provocado en aquella hermosura de mirada rabiosa, pero, ¿cómo se hacía eso?

Todo el mundo dice que la primera impresión es la que cuenta. No quería ser recordado por haberle lanzado en la camiseta su café helado.

Mnutos después salió con una toalla alrededor de sus caderas, goteando de pies a cabeza pero con la mente aún en blanco, fue cuando escuchó su celular vibrar y entonar una pegajosa canción mientras mostraba en pantalla la palabra 'Mamá'.