T H R E E

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Soobin se frotó los ojos mientras despertaba. Ese sonido... ¿De dónde provenía?

I got a pocket, got a pocket full of sunshine, I got a love and I know it's all mine. Oh, Oh, Oh. Do what you want but you never gonna break me...

¡Su celular!, ¡Era su celular!, ¿Dónde estaba?

Entonces lo localizó a unos metros sobre el escritorio lleno de papeles, vibrando y sonando con el aturdidor coro de Pocket full of Sunshine. Corrió logrando poder contestarlo antes de que fuera quien fuera quien lo estuviera llamando colgara.

ㅡ¿Hola? -pronunció aún somnoliento.

ㅡ¿Soobin?, ¿eres tú?, ¿enserio estabas dormido?

Entonces fue cuando todo el peso de la pregunta la aturdió. Había dormido. Toda la noche. Ahora que se ponía a pensar mejor... sentía los músculos relajados y la cara mucho más fresca (tan fresca como se puede estar cuando uno acababa de levantarse asustado a causa de una canción tronadora)

Hizo una nota mental: Debía cambiar el tono de llamada.

ㅡSoobin, ¿sigues ahí?

Entonces reconoció la voz: Bae Bon Ha.

ㅡSí, sí, lo siento. Yo... supongo que los medicamentos por fin están haciendo efecto - Mentía. Había tirado los medicamentos a la basura hace una semana.

ㅡMe alegro. Ya estoy en Ansan, ¿podríamos vernos para comer?

¿Comer?

Fue cuando revisó la hora.

2:00 p.m. ¿Cuántas horas había dormido?

Recordaba la noche anterior, llegando agotado desde la agencia de diseño de interiores, preparado mentalmente para otra noche de películas. Sentía los parpados pesados. Llegó a su mente su reflejo en el espejo: ojos hundidos, escondidos detrás de unas inmensas y oscuras ojeras, la piel pálida careciendo aún más de su color. Kim jamás se había considerado lindo, pero lo que vio en el espejo lo hizo desesperarse aún más. Dos de sus amigos estaban casados, varios comprometidos... o al menos tenían una pareja sentimental. ¿Cuándo alguien se iba a fijar en él?

Recorrió su habitación con la mente lejana, se recostó sobre el colchón después de ponerse el pijama y prendió el televisor... eso era lo último que recordaba.

Suponía que se había dormido antes que la película empezara.

ㅡEh, yo... ㅡ por dios, estaba hablando como tarado.ㅡ Sí, ¿en dónde nos vemos?

ㅡOlive Garden, en una hora, ¿te parece?

ㅡPerfecto. Te veo ahí.

Soobin volteó comprobando de nuevo la hora. Debía olvidar todo y pensar en lo feliz que se sentía ahora: Había descansado, se iba a ver con su mejor amiga, y su trabajo iba de lo mejor, tanto que hoy le habían dado el día libre.

Se preparó para darse una buena ducha y elegir su ropa para así poder llegar puntual. Ayer se había muerto de la pena cuando medio edificio lo vio llegar tarde. No quería que pensaran que por ser dueño él tenía derecho a llegar a la hora que le diera la gana, siempre había tratado de comportarse como cualquier trabajador y la conducta de ayer junto que no recibió ningún castigo probaban que él sí tenía privilegios, tal y como había dicho Seokjin.

Entro a la regadera y dejó que el agua se llevara todo lo malo de la semana: el insomnio, la impuntualidad, su reflejo en el espejo, aquel taxista que le cobró más de lo que debería, y al sueño que él clasificaba mejor como pesadilla.

FAKER   |  YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora