Parte
III
NARRADOR
Se habían cumplido 7 meses desde que Simonne se había ido al sur, estaba exhausta, el trabajo era rudo y a pesar de eso todas noches se acostaba pensando en Josefa, en qué estaría haciendo, en si estaría con alguien, si seguiría en el departamento o si aún la esperaba.
Le había prohibido a Victoria que le transmitiera cualquier mensaje de Josefa y ella había, hasta ese momento, respetado su voluntad, pero ese día, por algún motivo, fue diferente:
- Te dije que tengo que alejarme de ella y tú también me lo dijiste porque sabes que es lo mejor, no me ayudas mucho si insistes en contarme -le dijo Simonne a Victoria cuando ella insistió en hablar del tema.
- Simonne, yo puedo no decirte nada si eso es lo que quieres pero... la chiquilla no está bien, déjame contarte y luego tomas una decisión. Será mejor que lo hagas... no te hagas la ciega, tú no eres así, tú le haces frente a los problemas y esto ya se transformó en un problema, llevas 7 meses sin saber de ella y no has podido olvidarla, se te nota Simonne... primero me preguntas y después me pides que no te conteste... ya termina con esto
- Me estoy esforzando... -dijo en tono duro.
- Tu trabajo ya terminó, los alcaldes están en tu bolsillo, no tienes nada más que hacer allá.
- ¿Y qué propones?
- Mira, Josefa quiere verte a toda costa. Dime una fecha para dejarla tranquila o dame una dirección y se la daré para que vaya.
- ¡Bueno, bueno!, ¡ya! Dame una semana y le das mi dirección, te la voy a enviar cuando llegue a Valdivia.
Simonne hizo sus maletas esa misma tarde y se fue a Valdivia.
JOSEFA
Ya no quedaba mucho de mí, lo único que seguía vivo era el deseo de estar en sus brazos, mi cuerpo la anhelaba febrilmente. Mi corazón extrañaba su presencia, mi cerebro sus palabras, mi cuerpo sus manos. Cuando llegó Victoria a mi oficina aquella tarde, ni siquiera me atreví a preguntarle de nuevo, yo dependía de la caridad de sus palabras.
- Josefa ¿no has pensado en terminar esto?, ¿por qué la sigues esperando?
- ¿Te envió a decirme eso? después de 7 meses de silencio te pide que me convenzas de dejarla.
- No, no es así, no me ha pedido eso. Te daré su dirección, ve a verla, hablen y lleguen a un acuerdo... arreglen sus cosas de alguna forma.
- ¿En serio? ¡Oh! Gracias Victoria, me iré hoy. ¿Dónde está?
- En Valdivia.
- Necesitaré un vuelo.
- Tómalo con calma... nos vemos pronto.
- Chao Victoria, gracias.
SIMONNE
Estos días en Valdivia me han ayudado a reflexionar, a armarme de valor para tener con Josefa la conversación que se merece. Ella lo necesita y yo ahora me siento capaz de hacerlo sin rendirme a mis sentimientos.
Estoy en una pensión pequeña, Mariana se llama la dueña, es una mujer mayor, de mucho carácter pero razonable. Es muy agradable, conversar con ella estos días ha limpiado mi mente de pensamientos que no me llevaban a nada. Por fin pude aclarar mi mente y me siento lista para enfrentar las cosas con Josefa.
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Simonne - Comenzaré a Odiarte mañana
RomancePara saborear los anaqueles del éxito se requiere mucho mas que talento: se necesita elegancia, prestancia, buenos modales y sobre todo indiferencia. Es necesario conocer el dolor ajeno y ser capaz de provocarlo intencionalmente sin tocarse el coraz...