Ganaste mi corazón 𝐹.𝑊. (Es odio? Es amor?)

1.11 ❤

-¿Crees que vaya a encontrar a alguien?- cuestionó luego de unos segundos.

-¡Oh, estoy segura!- Noah enseguida me envolvió en un abrazo, al cual correspondí gustosa. -Y de eso me voy a encargar yo.- susurré de una forma en la que el no pudiera escuchar.

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Finn's POV:

Puedo asegurar sin duda alguna que este es uno de los mejores días de toda mi vida, mis tres hijos habían nacido, Verónica ya no formaba parte de mi vida y jamás volverá a serlo y ahora estaba junto a la mujer que amo y amaré para toda mi vida. El simple hecho de tenerla entre mis brazos de nuevo y saber que ella se sentía de la misma forma que yo me devolvió aquella sonrisa de felicidad verdadera e inexplicable. Ya no tendríamos que vivir con secretos ni con ese constante miedo de ser descubiertos. Ahora estábamos juntos y la distancia no volverá a ser un problema, no la volvería a dejar ir. Ya no existían impedimentos para vivir nuestro amor, ahora solo éramos ella y yo... sin olvidar nuestros hermosos y muy queridos hijos.

Observé a Valentina, quien se encontraba entre mis brazos algo pensativa. Esta era mi última oportunidad, de eso estaba seguro, y por nada del mundo la perdería.
-Val.- la llamé. Ella dirigió su mirada hacia mi. -¿Te encuentras bien?- pregunté con algo de angustia ante su respuesta.

-Mhm.- respondió por lo bajo. -Solo pensaba.-

-¿Puedo preguntar en qué?- alcé una ceja a lo que ella respondió con una mueca.

-En nosotros. ¿Qué pasa si..- la interrumpí.

-Shh. No, no pienses en eso. Yo se que nada de lo que estamos viviendo es fácil, pero estamos juntos ahora.- entrelacé mi mano con la suya. -Y yo te juro que estoy dispuesto a hacer hasta lo imposible por hacerlos feliz y protegerlos a ti, a Manuel y a Isabella.- una sonrisa se dibujo en su rostro.

-¿Hasta lo imposible? Que valiente es Señor Wolfhard.- ambos reímos ante su comentario.

-¿Verdad? Aunque es verdad Señorita Murat.- ella soltó una carcajada. -Pero hablando en serio... Val, te amo más que a mi vida y siempre será así.- me arrodillé frente a ella.-Y se que no es el mejor lugar del mundo o el mejor momento, pero eso no importa por que esto es perfecto... tu y yo.- solté un suspiro. -Cásate conmigo.- la castaña me miró impresionada. Se quedó unos segundos en silencio.

-Finn, yo...-volvió a quedarse en silencio. Baje la mirada con decepción... era claro que su respuesta sería un doloroso "NO". -No me vuelvas a llamar "Señorita Murat".-

-¿Qué?- pregunté más que confundido.

-Si, no me vuelvas a llamar "Señorita Murat" por que de ahora en adelante seré la señora Wolfhard.- respondió con seguridad. Yo volví mi vista a sus hermosos ojos esmeralda.

-¿A que te refieres?- ella rodó los ojos y se acercó a mi.

-Finn concentrate.- río de nuevo. -Te lo diré de forma directa. ¡Si quiero casarme contigo!- alzó un poco su voz haciendo énfasis en la última oración.

-Perdón creo que no escuché bien...- dije bromeando. Ella bufó con una sonrisa.

-¡Que SI quiero casarme contigo! ¡Te amo, idiota!- no dijo nada más, tan solo unió sus labios a los míos en un agradable y cálido beso. Era como si estuviéramos hechos para estar juntos ya que nuestros labios encajaban a la perfección y se movían en sintonía. Simplemente increíble.

Meses después

Valentina's POV:

Cajas, cajas y más cajas era todo lo que se alcanzaba a ver en aquella habitación. Sentía como mi espalda me estaba matando de tanto que había empacado ese día. Lo peor era que ahora tocaba desempacar todo y acomodarlo en nuestro nuevo hogar. Mi "jefe" y yo compramos una hermosa y acogedora casa de dos pisos, en la cual nuestra pequeña familia de cinco integrantes se pudiera sentir cómoda. Y si, digo cinco ya que mi esposo y yo decidimos adoptar a la hija de Verónica y criarla como si fuera nuestra.

Después de todo lo que había sucedido, le pedí a Finn que nos mudáramos del departamento. No me sentía para nada cómoda ahí, ya que era algo chico para todos nosotros y tan solo el recuerdo del agitado año que vivimos ahí, me aún ponía los pelos de punta.

Por obvias razones, le pedí el divorcio a Noah e increíblemente aceptó sin cuestionamientos, berrinches o pleitos. Actualmente, casi un año después de todo lo sucedido, somos muy buenos amigos. De hecho le encanta venir a visitarnos dos veces por semana y ver a los niños crecer. Lo que me reconforta bastante es que de alguna forma rehízo su vida y con la que muchos pensamos que es la persona indicada, quien es nada más ni nada menos que mi mejor amiga, Arantza.

En cuento a mi, no hay mucho que contar. Si bien no estaba casada con Finn en términos legales, nosotros actuábamos como si lo estuviésemos ya que un papel con firmas no determina la estabilidad y amor de un matrimonio. Yo lo amaba y el a mi... ¿Qué es lo peor que podría pasar a estas alturas?