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-¡Parece que es un aborto instantáneo! Ingrésenla en un quirófano de inmediato.- exclamó una de las enfermeras, el resto asintieron y la metieron por una puerta que decía "Urgencias." La acompañante se volteó a mi dirección y pude distinguir que era Iris, una amiga de Verónica. En su rostro había plasmada una expresión de preocupación que parecía que no podía con ella. 

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Finn's POV:

Los doctores y enfermeros me indicaron que me pusiera una especie de bata, una cofia para cubrir mi enrulado cabello y guantes, todo esto con el propósito de prevenir infecciones hacia Valentina y lo que sea que estuviera ahí dentro. 

Me miré una vez más al espejo, notando que en vez de ser arquitecto me hubiera quedado mucho mejor el papel del doctor guapo y seductor... "Basta Finn." me dije a mi mismo. Solté un último suspiro. De verdad estaba nervioso, tenía una responsabilidad tremenda sobre mi. Además de que tristemente yo no tenía NADA que ver dentro de ese embarazo. Ganas de largarme no me faltaban, pero le había prometido a Val que no la dejaría sola y si quería recuperarla tenía que acompañarla en un momento así.

-Señor, es hora. No podemos esperar más.- me llamó una de las enfermeras. Yo asentí y comencé a caminar en dirección a la sala de operaciones. 

Antes de entrar a la extraña habitación, me sometieron a un extraño proceso de esterilización. Después, me dieron paso al lugar. En el pude visualizar a Val, en una cama de hospital. Ella se veía deteriorada, cansada y pálida. Me acerqué un poco y noté miedo en su mirada, lo cual me desconcertó bastante.

-¿Está todo bien?- pregunté mirando a los médicos. Estos parecían pensativos. 

-Tenemos un problema...- informó una de las enfermeras. Yo dirigí mi vista hacia ella y me crucé de brazos.

-Bien, hable.- dije en un tono firme.

-Mire, hicimos un ultrasonido para verificar que todo esté bien, pero desafortunadamente uno de los niños viene en una muy mala posición, por lo que nacer de una forma natural sería muy riesgoso para el.- explicó la chica. Yo llevé una mano a mi frente.

-Ok... no soy doctor pero creo que la solución es simplemente hacer una cesárea, ¿O me equivoco?- pregunté mirándolos. Todos asintieron.

-Esta en lo correcto.- hablo uno de los doctores. -Lo malo es que será con anestesia general y ninguno podrá presenciar el parto.-

-Bueno por mi no hay problema.- aseguré. Me giré en dirección a Valentina, quien se mostraba indecisa. -¿Val?-

-Todo sea por el bien de los niños.- afirmó asintiendo.

 -Bien tenemos que apresurarnos, ya que la señora esta teniendo contracciones muy fuertes.- todos los presentes asintieron y comenzaron a preparar la sala. Yo me acerqué a Val.

-Perdóname.- soltó de la nada. Yo la miré y tomé su mano, como de costumbre.

-¿Por?- pregunté frunciendo el ceño. Ella de un momento comenzó a sollozar y una pequeña lágrima recorrió su mejilla derecha. -¿Val?-

-Te he hecho sufrir demasiado.- dijo en un hilo de voz. Yo negué con la cabeza.

-Estoy bien... me alegra que hayas rehecho tu vida después de lo mucho que te herí. Y quiero que sepas que a pesar de todo, yo estaré aquí... siempre.- aseguré asintiendo. Ella cerró sus ojos conteniendo el llanto. -Te amo.- abrió sus ojos de nuevo encontrándose con los míos. Hicimos contacto visual por unos segundos, cuando de pronto una sonrisa fue naciendo de sus labios. Esto me llenó de una alegría inexplicable, volver a verla sonreír lo era todo para mi.

Ganaste mi corazón 𝐹.𝑊. (Es odio? Es amor?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora