Ganaste mi corazón 𝐹.𝑊. (Es odio? Es amor?)

007

-¿Qué dijiste?- preguntó una voz que me alegraba el alma, en hilo de voz. Al voltearme a su dirección la vi. Val me miraba muy confundida; mientras que Verónica la mataba con la mirada.

"MIERDA" pensé. ¿Ahora que hago?

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Valentina's POV:

Salí del restaurante. Como ya dije, no quería saber nada de nadie. Al estar en la calle, saque mi celular de mi pequeño bolso para poder llamar a un taxi. Ya que el que me había traído hasta aquí era el idiota de Finn. Y supongo que tiene cosas más importantes que hacer.

Estaba llamando al taxi cuando de pronto pude ver a Verónica abrazando a Finn. Ellos estaban en una esquina fuera del restaurante. En ese momento sentí una presión muy fuerte en el pecho y pequeñas lágrimas salieron de mis ojos recorriendo mis mejillas, hasta caer. Al percatarme de esto, me limpie la cara como pude y me dispuse a seguir viendo que sucedía en aquella esquina. Segundos después, pude ver como Finn se zafaba del agarre de Verónica y la alejaba lentamente. Observe que le decía algo que no logré escuchar, por el ruido de la calle. Decidí acercarme a ver que sucedía. Al estar lo suficientemente cerca de ellos, pude escuchar algo que me dejo mucho más confundida que antes...

-Así que acéptalo. Si Valentina quiere ser mi novia lo va a ser... Te guste o no.- pronunció Finn. ¿Escuche mal? o ¿Dijo lo que estoy pensando?

-¿Qué dijiste?- logré pronunciar. Lo mire muy confundida, por que lo estaba. Verónica me volteo a ver con odio. Agradezco que Finn estuviera ahí en ese momento, si no, podría jurar sería mujer muerta. En cuanto a el, soló me miro. Segundos después se dirigió a Verónica.

-Por favor, vete. No causes daño del que te puedas arrepentir.- le dijo mirándola. Tomó una de sus manos con las suyas. -Busca a alguien que te haga feliz. Lo mereces.-

-Pero yo te amo a ti...- murmuró ella al borde de las lágrimas. Finn la soltó y puso un mechón del cabello de Verónica detrás de su oreja. Para después tomarla de los hombros delicadamente. Yo estaba muda. No podía pronunciar palabra alguna.

-Yo no soy esa persona. No puedo hacerte feliz... Lo siento.- se separó de ella y se dirigió hacia mi. -Necesitamos hablar.- pronunció. Tomo mi mano e intento llevarme a un lugar. Yo zafé mi mano y di unos pasos hacia atrás.

-No quiero hablar contigo.- le dije firme y dispuesta a no volver a verlo jamás. Me di la vuelta pero el me abrazó por la espalda.

-Por favor... Necesito que me escuches.- susurró suplicante mientras me abrazaba. Yo tenia que mantenerme firme, pero hay veces que no es fácil controlarse. -Val...-

-¿Qué caso tiene? Si vas a seguir mintiéndome y jugando conmigo.- me volteé a su dirección. -Por que eso soy para ti ¿No? Un simple juego...- el negó con la cabeza. Segundos después pude sentir sus labios chocar con los míos. Cada vez que el me besa siento las famosas maripositas en el estómago. Como ya dije hay veces que es muy difícil controlarse y empiezo a pensar que Finn es mi Tendón de Aquiles. Poco a poco sus labios se volvían cada vez más adictivos, y así el beso se fue intensificando. Sin duda un momento hermoso que deseaba que nunca terminara. Pero des afortunadamente llego a su fin y de la forma que menos esperaba.

-¡¿QUÉ MIERDA TE PASA IDIOTA?!- gritó mi hermano, Santiago. Lo cual llamó por  completo nuestra atención. Al voltear vi como su puño chocaba con la cara de Finn de manera muy agresiva. El mencionado paso una mano por su cara para después regresarle el golpe a mi hermano, mucho más fuerte, dejando su ojo morado. Después de unos segundos Santiago se abalanzo sobre Finn haciendo que ambos cayeran formando una pelea aún peor, y llamando la atención de la gente alrededor. Yo estaba estática, no podía hacer nada. Unos hombres los separaron.