Ganaste mi corazón 𝐹.𝑊. (Es odio? Es amor?)

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Valentina's POV:

¡Un nuevo día! Pero todo es igual que siempre.... Me levante aproximadamente a las 5:30 am, un poco cansada me dirigí al baño. Tomé una ducha e hice mis hábitos de higiene personal, al salir me enrollé una toalla alrededor del cuerpo. Seque mi cabello, lo hidrate y lo peine. Me dirigí a mi guardarropa y tomé una falda negra por arriba de las rodillas, una blusa blanca y zapatos de tacón negros. Entré de nuevo al baño y tome mi cosmetiquera. Me hice un maquillaje bastante natural, para después bajar a la cocina.

Al bajar me encontré a mi mamá, ya preparando el desayuno para todos. Al verme, sonrió dulcemente y se volteó a mi dirección para entablar una conversación conmigo, su hija mayor.

-¡Buenos días cariño!- me saludó con una gran sonrisa, de esas que solo las madres hacen.

-Buenos días mami.- le respondí de igual manera.

-¿Descansaste?- me preguntó. Yo solo asentí, la verdad últimamente me ha costado bastante conciliar el sueño, supongo que por el estrés del trabajo. Pero no la quería preocupar.

-Que bien cariño.- me dijo dulcemente -¿Dónde están tus hermanos?- iba a responder, pero fui interrumpida por alguien.

-¡Mamá apúrate con el desayuno que vamos a llegar tarde!- gritó mi hermana desde las escaleras. - Ah hola Val.- dijo y me abrazó.

-Hola Ceci.- dije y sonreí. Cecilia era mi única hermana, ya que los otros dos son varones, por lo cual somos muy unidas.

-Ya casi está cariño.- dijo mi madre, a lo que nosotras solo asentimos.

Mi hermana y yo nos sentamos en la mesa, mientras esperábamos. Escuche ruidos en la escalera, así que voltee y vi a mis hermanos Santiago y Bruno bajar corriendo, a lo que reí internamente.

-¡¡Tengo hambre mamá!!- dijo o mas bien exclamó Bruno, todos lo volteamos ver extrañados. -¿Qué, ustedes no?-mis hermanos y yo solo asentimos.

-Ya, ya tranquilos. Ya está listo solo siéntense.- dijo mi mamá amablemente.

Santiago y Bruno corrieron hasta la mesa y tomaron asiento. Mi mamá nos sirvió a cada uno y repitió la acción. Comenzamos a comer en silencio y tan solo se escuchaba el ruido de nuestros cubiertos chocar con el plato. Hasta que alguien decidió romper el silencio.

-¿Así que ayer te quedaste trabajando hasta tarde, Val?- yo solo asentí.-¿O lo tomaste como excusa para perder el tiempo saliendo con tu novio?- murmuró.

En ese instante la sangre me hirvió.¡¡¡¿¿¿Cómo se atrevía a siquiera pensar eso???!!! Yo desde que me gradué de la universidad comencé a mantener esta familia, ya que el sueldo de mi mamá no nos era suficiente para sobrevivir; y mi padre nos abandonó hace mucho tiempo así que tenía que trabajar día y noche. Hoy en día también nos ayudaba mucho el actual novio de mi madre, pero de igual forma seguía siendo bastante difícil.

Iba a responderle como se debía pero alguien se me adelantó...

-Santi, ahórrate esos comentarios.- dijo mi hermana haciendo una mueca, a lo que solo sonreí.

-Si no mames en lugar de estar diciendo pendejadas ocupa esa boca para hacer cosas más productivas...- dijo Bruno con un tono de gracia, Cecilia y yo soltamos una leve carcajada.

-¡¡¡BRUNO MARTÍN MURAT O'BRAIL!!! ¿Qué dijimos de ese vocabulario? ¿Acaso quieres que te vuelva a castigar el teléfono?- dijo mi mamá bastante molesta.

-¡NO, NO! Perdón jefecita, te juro que no se vuelve a repetir.- murmuró "arrepentido". Mi madre rodó los ojos y se dirigió a él.

-Más te vale jovencito, ahora apúrense que se hace tarde.- pronunció mi madre algo molesta y se llevó un pedazo de fruta a la boca. Volvió ese silencio un tanto incómodo.