024

97 9 5
                                    

-¿Valentina, quien te hizo eso?- yo mordí mi labio inferior con fuerza y baje la mirada. -¿Fue ella cierto?- yo asentí lentamente. Él soltó un suspiro. -Le advertí que no se metiera contigo.- en ese momento levanté la mirada de golpe. Él salió a toda prisa de la habitación.

-¡FINN ESPERA! ¡No hagas algo de lo que te vallas a arrepentir!- le grité.

Finn's POV:

Yo no me detuve, a pesar del grito de Valentina. Estaba muy enojado. Jure que protegería a Valentina, cuando por mi culpa Verónica casi la mata... tal y como lo hizo con Olivia. Ella era chica bastante linda (aunque no tanto como Val). Sabía que ella me quería al igual que yo a ella, pero después de lo que hizo Verónica nunca más volví a saber de ella. De lo poco que se es que ella está en Chile y rehízo su vida.

Caminé hasta mi auto. Iba a sacar mis llaves del bolsillo, cuando de pronto siento unos brazos rodearme por la espalda. Puse mis manos sobre las suyas y logré distinguir a la perfección de quien se trataba, aunque lo imaginaba.

-Valentina...- susurré tratando de separarme con cuidado, pero ella se aferró aún más a mi.

-No quiero que te vallas de mi lado. Nunca más.- mencionó ella con un tono bajo. A mi en ese momento me brillaron los ojos. No lo dude un segundo y me separé levemente de ella, me di la vuelta para mirarla de frente y sin más ella rodeó mi cuello con sus brazos. Yo la abracé por la cintura y nos quedamos unos cuantos minutos así. Parecía como si solo estuviéramos ella y yo. Como si todo fuera perfecto y no hubiera ningún obstáculo en nuestra relación. Deposité un corto beso en su frente y noté un leve sonrojo de su parte.

-Te ves muy linda sonrojada.- murmuré analizando cada facción de su rostro. Sus hermosos ojos verdes, acompañados de hermosas y rizadas pestañas. Esos labios rosados, que a pesar de no ser tan gruesos, me traían loco. Tenía algunos pequeños lunares, que no llegaban a ser pecas, pero sin duda le dan un toque único. Y por último, su cabello que a pesar de no ser tan largo, era hermoso con su característico color castaño claro. Valentina era perfecta y yo solo era un ser andante con suerte.

-Te amo, Finn.- tres palabras, nueve letras, simple... ¿No es así? Pues esa corta frase, lo era todo para mi.

-Yo te amo mucho más, Valentina.- le respondí. La separé un poco de mi y la tomé de las mejillas y en un movimiento rápido, ya la estaba besando. Fue de esos besos lentos, que deseas que nunca se acaben. Pero de pronto, se me vino una idea estúpidamente perfecta y me separé de golpe. Valentina me miró bastante extrañada. Yo entrelacé mis manos con las suyas. -Valentina, cásate conmigo.-

-¿Qué?- preguntó con ese brillo característico en su mirada.

-Lo que oíste. ¡Casémonos! Vayámonos de está ciudad para siempre. Olvidemos todo lo malo que nos ha ocurrido. Val, eres el amor de mi vida. No puedo imaginar un mundo sin ti, sin las risas ni el caos. Estaré perdido si me llegas a dejar solo. No te vallas otra vez de mi lado... Te amo como nunca ame a nadie, eres mi 11:11. Quiero casarme contigo...Quiero que seas la madre de mis hijos, la mujer con la que comparta el resto de mis días. Te quiero a mi lado el día que de mi último respiro. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Valentina. Pero lo que más deseo es que estés a salvo, mi amor.- dije y ella me dedicó una sonrisa.

-También quiero casarme contigo y pasar el resto de mis días junto a ti. ¿Pero, no te parece que es muy precipitado?- me preguntó mientras acariciaba con mis risos. Yo negué con la cabeza.

-Para nada. Pero si no te sientes lista, yo te esperaré todo el tiempo que sea necesario, finalmente aún tengo 24 años. Nos falta mucho por vivir.- aquella frase se grabó desde ese momento en mi mente y probablemente es la respuesta a todas las preguntas que alguna vez me hice.

Ganaste mi corazón 𝐹.𝑊. (Es odio? Es amor?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora