08

420 37 3
                                    

El reloj comienza a sonar haciendo a Erick despertar, se sienta, alza la mano y apaga la alarma.

Se levanta y estira sus músculos, da la vuelta con una sonrisa para ver al chico con el qué pasó la noche.

Pero el lado izquierdo de la cama está vacío.

La curva de sus labios cae, está triste porque pensaba que había encontrado alguien que no necesitaba pedirle que se quedara, solo lo haría hasta despertar juntos.

En fin.

Joel dejó su camisa que sigue manchada y como no tiene ganas de buscar nada la toma y se cubre con ella, sale de la habitación y baja a la cocina.

Y no puede creer lo que ve.

Joel usando solo un pantalón holgado sin nada que cubra el torso prepara el desayuno.

─Despertaste ─dice con una sonrisa─ quería llevártelo, bueno, ya que.

Erick sabe que está feliz pero no sabe cómo actuar al respecto, se queda quieto observando al chico que sirve los platos.

─Er, ¿Qué ocurre? ─pregunta acercándose─ ¿Te molesta que usara la cocina?

─No, no es eso ─niega rápidamente y rodea su cuello con sus brazos─ gracias.

─¿Por qué agradeces? ─cuestiona sonriendo y deja un beso superficial en sus labios.

─Por el desayuno y bueno, no es importante ─asegura dando otro beso─ se ve bien lo que preparaste, desayunemos.

Joel asiente, lo suelta y se acomodan para tomar sus alimentos.

Después de tener sexo en el baño se mudaron a la cama del ojiverde donde continuaron la sesión de besos y caricias, Joel supo los puntos sensibles del anfitrión con solo tantear, disfrutando los eróticos sonidos que provenían de su boca.

─Cocinas muy bien ─halaga Erick después de probar un bocado─ en serio das sorpresas muy agradables.

─Lo mismo puedo decir de ti, tu cuerpo es una sorpresa más que agradable─ menciona guiñando un ojo.

Un fuerte sonrojo aparece en las mejillas del maestro de arte.

─¿Dónde quedó el Joel torpe y tímido? ─pregunta tomando un sorbo de jugo evitando la mirada.

─Se me quita contigo ─afirma bajando su vaso para que lo vea─ sé que suelo ser distraído Erick, pero lo que hicimos para mí fue más que un producto de la lujuria.

─¿A qué te refieres?

─No sé cómo decirlo, hemos convivido muy poco pero de verdad me agradas y luego de lo de ayer solo confirmé lo que ya sospechaba, me gustas Erick.

─Tú también me gustas ─afirma más nervioso de lo que pensó que estaría.

─¿Quieres ser mi novio?

La mente del menor escucha esa pregunta y no lo cree.

¿Quieres ser mi novio?

No hubo una propuesta como tal de Johann en el pasado, solo fue un acuerdo pero esto.

Un hombre bueno, atractivo y de sentimientos adorables le pide una oportunidad para estar juntos.

Y no es tonto como para no saber que responder.

─Sí.

(...)

Erick se apresura a vestirse porque durmió de más y ahora tiene que correr contra reloj para llegar a tiempo.

No es la primera vez que se le hace tarde y espera que no se vuelva un hábito, pero ayer habló con Joel hasta tarde y no quería cortar por nada la conversación.

Ya se ha enamorado en otras ocasiones por lo que pensó que la faceta a la denomina "Inmadura del amor" de hacer llamadas largas y emocionarse por cualquier contacto ya lo había superado.

Pero al tratarse de Joel se dio cuenta que no lo ha hecho, solo que no había llegado la persona indicada para despertar en él lo que hace años estaba dormido.

Termina de arreglarse y sale de la casa, toma su auto y se dirige a la escuela.

Llega más rápido de lo que pensó pero no se confía y corre a su edificio.

Lo bueno de ejercitar constantemente es que no suele cansarse con estas actividades pero no quiere llegar agitado a su clase.

Entra a su salón viendo que la mayoría de sus estudiantes ya ocupan sus lugares, es la primera vez de este año que no llega antes que todos ellos.

─Buen día ─saluda calmando su respiración─ ¿Qué tal su fin de semana?

─Buen día ─responden los estudiantes y comienzan a contar sus actividades.

Erick escucha sonriendo y se sienta en su escritorio para descansar del trayecto tan revoltoso que tuvo.

Al terminar la conversación inicia la clase de hoy haciéndola más interesante que de costumbre, sus alumnos siempre han considerado que es bueno enseñando pero ahora tiene un aire más relajado que lo ayuda a conectar más con ellos.

(...)

Joel pide a sus estudiantes practicar una coreografía mientras sale a buscar una botella con agua.

Sus habituales torpezas no lo abandonan pero ha aprendido a sobrellevarlas, son parte de su encanto y sin ella seguramente no habría podido conquistar a su novio.

Al cruzar por el pasillo choca con una mujer que cruzaba y tiró por accidente un par de papeles que traía.

─Lo siento ─se disculpa ayudándola a levantarlos.

─No hay problema ─responde recibiéndolos─ disculpa, ¿Eres docente?

─Sí, de baile.

─Genial, ¿De casualidad sabes cuál es el salón del maestro Vera? Enseña aquí también.

─Lo siento, no recuerdo ese nombre.

─Es maestro de escultura.

─Artes manuales es en el otro edificio, seguramente lo encontrará ahí.

La mujer asiente agradecida y sale del edificio, Erick que vio la interacción al cruzar el pasillo se acerca a Joel con una sonrisa.

─Hola ─lo saluda dando un leve beso en sus labios─ ¿Es conocida tuya?

─No. Busca a un maestro, Vera o algo así no lo recuerdo, ¿Sabes quién es?

Erick niega con la cabeza y saca su teléfono al recibir una alerta.

─La exposición es en dos semanas ─menciona leyendo el mensaje.

─¿Qué exposición?

─Artes manuales suele hacer una demostración de lo aprendido, es para los estudiantes, críticos revisan sus trabajos y generan mayor interés.

─Genial.

El menor ha tenido malas experiencias con esta clase de cosas, al compartir edificio con Johann suele ser obvio que asistirán juntos pero actúa como si no lo conociera.

─Joel, ¿Te gustaría ir conmigo? ─pregunta nervioso.

─Claro, yo encantado ─accede sonriendo─ solo para aclarar... ¿No hay cosas frágiles, cierto?

Está bien tal vez sea un problema aún.

Joerick: Obra Maestra (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora