Bella Luna

609 64 10
                                    

En la cubierta de Moby Dick, Shirohigue y Marco esperan escuchar respuestas, ya que están más que seguros que no la conocen de antes.

-Te estamos esperando niña — apresura el capitán, su memoria no puede ser tan mala para no tener al menos una vaga idea de quien pueda ser.

-Lo siento, es que no sé por dónde comenzar — sus disculpas son sinceras y una fugaz sonrisa se le escapa — recordar aquellos días siempre me pone nostálgica — pero como dijo Rayleigh hay que avanzar — porque, aunque se supone que éramos enemigos, la verdad es que nunca me lo pareció — ambos hombres la observan dudosos — era como ver a dos buenos amigos discutiendo... lo recuerdas Shirohigue, tus batallas con Roger?

Marco enarca la ceja, esto se está poniendo complicado, ¿qué tiene que ver el antiguo rey de los piratas?

-Su sonrisa emocionada cada vez que nuestros caminos se cruzaban, siempre fuiste un buen adversario para él, y que decir de cuanto disfrutaba sus charlas luego de una buena pelea — Akira sostiene un mechón de su cabello observándolo — tenía el pelo muy corto en ese tiempo así que me solían confundir con un niño, hasta recuerdo que un día Marco dijo que parecía un aciano canoso y me lance haciéndote una llave de lucha — no lo soltó hasta que se puso morado.

La sonrisa del capitán se extienda bajo su blanco bigote, como olvidar al trio de mocosos que seguían a ese hombre.

-Gua ra ra ra ra ra — además solo alguien de ellos podría hablar con tanto cariño de ese loco bastardo de Roger y sentirse tan confiada en su presencia — sí que es una sorpresa, sino lo dices no te habría reconocido.

-Esto es enserio? — Marco no lo cree — entonces era...

-Así es querido, una chica te pateo el trasero — le guiña coqueta — si me lo pides bonito podría darte la revancha.

-No es posible, es decir — se aclara la garganta — tú... bueno, no eres muy joven para ser la misma persona?

-No sé de qué te sorprendes tanto, en el mundo hay muchas cosas extrañas... Marco el Fénix — el rubio se siente ligeramente avergonzado — Shirohigue sabes sobre el origen de Ace, cierto? — rápidamente se siente el cambio en el aire.

-Me lo dijo — admite con seriedad — pero no es algo que importe, ahora es parte de mi tripulación — la tensión se esfuma.

-Ya veo — la mirada de la albina vuelve a suavizarse — sinceramente no creo que pudiera llegar con alguien mejor — por algo Roger lo respetaba — gracias.

-No agradezcas niña, no tiene nada que ver con su origen, sin importar de donde venga se ha convertido en otro hijo más.

-Uno muy escandaloso y problemático — recalca el primer comandante, aunque no puede negar su aprecio por el pecoso.

-Ya lo creo — ha cambiado mucho, el niño gruñón quedo en el pasado — lo único que me importa es que sea feliz.

-Que paso con el de nariz roja? Ese mocoso era muy divertido — desde que se separaron ya no se supo nada de ellos, solo rumores hasta que el peli rojo se convirtió en lo que es.

-Buggy? — ya recuerda cuanto le gustaba molestarlo — no lo sé, se ha mantenido oculto, Shanks por otro lado supongo que está de más hablar sobre él — en algún lugar del basto océano el mencionado estornuda.

-También te mantuviste escondida, hace unos años cuando los periódicos comenzaron hablar del peli rojo pensé que ustedes estarían juntos.

-Buggy nunca seguiría ordenes de Shanks y sinceramente yo tampoco habría podido verlo como mi capitán — menos después de haber estado bajo el ala del rey de los piratas — me quedé con Roger todo el tiempo que pude — hasta que se entregó — cuando perdí todo y me sumergí en la depresión, Ace fue la única razón por la que pude salir de la oscuridad.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora