Destinados

Demonio Blanco

Lentamente abre los ojos y otra vez no reconoce el lugar donde despierta, da un ligero barrido y se da cuenta que es un consultorio, claramente ya no está en Mariejois, no es que le importe, en realidad ya no siente que le importe nada, pero al menos Ikal debió decirle algo por cortesía.

No detecta hostilidad, pero sus sentidos están alerta, tranquilamente se sienta en la cama y se pierde viendo las sábanas como si fuera la más interesante del mundo, sentirse vacía es extraño, no tener interés en nada ni siquiera en su propia existencia es desalentador.

Que debe hacer?

Su existencia no tiene sentido, tal vez lo mejor sea volver a su núcleo, dejar esta vida terrenal, este cuerpo humano que ata su verdadero ser.

Escucha un leve murmullo inentendible que parece un eco a la distancia.

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Como siempre la comida estuvo deliciosa, aunque apenas termino una sensación amarga le subió por la garganta, nunca le había pasado y menos con la comida de Sanji, no, claro que no es la comida, es otra cosa.

Su querida hermana mayor, si, es eso, está preocupado por ella, estará enferma? es un alivio que Chopper es un gran médico.

Al recordar lo frágil que se veía en los brazos de ese hombre lo hace enfurecer, quien sea que le haya hecho algo malo lo pagara, ella es muy fuerte, ni siquiera Ace logro ganarle nunca y verla en ese estado fue una gran impresión.

Por lo que apenas salió de la cocina y la enfermería fue su destino, Chopper insistió en que es importante que la deje descansar, solo irá a ver si sigue durmiendo y de ser así tal vez se quede en una silla para acompañarla y que no se sienta sola.

Por suerte está despierta y sentada en la cama, su sonrisa se extiende a más no poder, su querida hermana está bien y nada más importa.

Por más que Luffy la llama no parece escucharlo, al acercarse puede notar como sus ojos azules han perdido algo, no esta el brillo de siempre, parecen opacos y borrosos, sin vida ni motivación.

-Aki-nee... — aprieta los puños, que le hicieron? — puedes escucharme? Soy yo... oye Aki-nee! — pero ella sigue sin reaccionar.

Desesperado acorta la distancia y la toma de los hombros.

-Mírame Aki-nee — está preocupado como nunca antes, le duele el pecho de verla así — soy Luffy.

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Un cálido toque en sus hombros le llama la atención, pero sigue sin escuchar nada, sabe que alguien la mueve pero es como si estuviera en un trance, la calidez se extiende por todo su cuerpo.

Está siendo abrazada.

De a poco la oscuridad que la rodea se agrieta, el calor comienza a traspasar y sus ojos se desvían ligeramente observando algo que conoce muy bien.

Podría reconocer ese sombrero de paja donde fuera.

De pronto algo raro sucede, casi puede jurar que un niño pequeño con ese mismo sombrero de paja está sentado frente a ella, tiene el cabello negro y una gran sonrisa luminosa, pero si presta atención su cuerpo se vuelve ligeramente traslúcido.

-"Akira" — dice el niño sujetando su sombrero — "quedan muchas aventuras por delante"

Lo conoce, claro que lo que lo conoce, la albina abre los ojos con sorpresa y el brillo comienza a regresar a ellos.

-"Roger" — piensa sin poder sacar sus palabras, la sonrisa del niño se hace más grande.

-"Es hora de despertar" — y como una ilusión desaparece en la brisa.