Cora-san

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El cuerpo de Law se siente pesado, las marcas blancas siguen avanzando en su piel, las fiebres se están volviendo constantes, pronto no podrá esconderlo de Cora-san, un escalofrío lo despierta y se queda observando la madera arder en la fogata.

Los murmullos del hombre torpe que lo arrastra de hospital a hospital se vuelven más claros, no es la misma voz de antes, puede distinguir un tono femenino.

No le interesa espiarlos, pero la noche es silenciosa y las palabras muy claras, luego de una especie de clave se hablan en un tono de confianza casi familiar.

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Solo cuando está segura que no hay nadie escuchando se permite contestar el denden-mushi.

-Gorrión — dice Akira con seriedad.

-Canario — contesta una voz cansada del otro lado.

-Que sucede? — no la llamaría sino fuera algo urgente — ya deberías estar aquí — hace días un mal presentimiento no la abandona.

-Todo se complicó — dice de manera entrecortada, como si hubiera corrido durante horas — no importa que suceda, conseguiré la ope ope... es la única manera de salvar Law.

-Donde estás? — su pecho se estruja con cada palabra — Tomare el barco más rápido.

-Acabó de enviar las coordenadas — pero no tienen tiempo, la enfermedad del niño está empeorando.

-Llegaré lo antes posible — por suerte está en una de las bases cercanas, desde que empezó ese maldito presentimiento decidió ir sin avisar, no ha dejado pasar el tiempo en vano y de apoco a subido puestos en la marina, su buen trabajo, inteligencia y por qué no decirlo, ser "la nieta de Garp" ha tenido su recompensa, ahora puede moverse con más libertad — no hagas nada arriesgado.

-Akira... — como decirle que Doflamingo también irá por la fruta del diablo, que un enfrentamiento es casi inevitable y que está cansado de esconderse — te lo encargo.

-Rosi... — aprieta los puños con fuerza — suena como una despedida.

-Por favor — es tarde para pedirle ayuda a Sengoku, a estas alturas solo le queda ella.

-Si... — la llamada se corta y se muerde el labio llena de impotencia — Rosinante.

Las palabras de Rouge vuelven tan claras como el agua, casi hasta puede escuchar su voz "verás irse a más personas" es cierto, pero sigue siendo doloroso.

Apenas vuelve en si corre a los puertos, le muestra un papel al encargado y toma un pequeño barco fácilmente manejable, la almirante Tsuru partió con unos barcos, hubiera sido fácil ir con ellos, pero no puede arriesgarse, si se descuidaba un poco esa mujer la descubriría.

Conforme se acercan a la isla el clima se vuelve invernal, el aire frío hace sentir que los pulmones se congelan y el mal presentimiento sigue presente.

Al llegar finalmente a su destino ve claramente como unos hilos que forman una especie de jaula desaparecen.

Según la transmisión que captó su denden-mushi espía, la marina encontró un niño perdido, será el mismo que estaba con Rosi? no importa, si está con Tsuru ya verá qué hacer después.

Corre entre la nieve hacia el pueblo, sin saber a donde dirigirse sube a uno de los techos más altos, resuenan explosiones no muy lejos en la playa, pero nada importa cuando las gotas de sangre son distinguibles manchando el blanco panorama, obliga a sus piernas a correr tan rápido como le es posible solo para llegar ante un cuerpo ya sin vida, no sabe cuanto tiempo se queda ahí parada viéndolo mientras aprieta los puños hasta encajarse las uñas.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora