Confía En Mi || Stiam

9.- ¿donde esta Stiles?

Liam Dunbar

Buscar a Stiles se me estaba complicando mas de lo que podría haber creído.

Cuando acorde sentí nuevamente su aroma.

— ¡Venga Liam!

Mi lobo se comenzaba a angustiarse al escuchar tan lejana la voz de Stiles, algo andaba mal.

— ¡Stiles!, ¡Stiles! –grite para luego comenzar a correr a donde se podía detectar el aroma.

Sentía mi corazón martillar con tal fuerza que quizás me daría un infarto.

— Si esto es una broma quiero aclarar que no es graciosa Stiles –le dije a la nada viendo a todos lados.

Podía sentir mis ojos picar por las lágrimas que amenazaban con salir.

Seguí caminando hasta que escuche unas ramas crujía.

Mire hacia los pinos y algunas sombras parecían saltar de lado a lado, como si me observaran.

— Stiles –susurré mientras comenzaba a correr al sentir de nuevo su olor.

Termine llegando a un lago.

Pude ver a alguien sumergido en el agua, pensé lo peor, me metí como pude pero ya no había nada.

Era como si me lo hubiera imaginado.

— ¡Stiles! –volví a llamarlo mientras salia del agua pero no había respuesta, tal vez por eso no confiaba en mi, ni siquiera soy capas de hallarlo.

Comencé a correr a donde se supone estaban Derek y Masón.

Llegue exhausto, me deje caer en la tierra, pude sentir unos brazos girarme y las miradas de ambos se centraban en mi con clara confusión.

— ¿Donde esta Stiles? –me pregunto Derek que parecía preocupado mirando a todos lados.

— No, no lo se, Derek su aroma aparecía y desaparecía, luego las sombras, había alguien en el lago pero al acercarme para sacarlo desapareció.

Si no fuera porque lo ví yo mismo me tomaría a loco.

— Llevarlo a la veterinaria por favor, dile a Deaton que le avise a la manada, intentare buscar a Stiles.

Y sin mas ví a Derek alejarse.

Masón me ayudo a ponerme de pie y me subió al auto.

A los pocos minutos ya estábamos a mediados del camino cuando algo paso a tal velocidad que se vio como una sombra.

— Hay que salir de aquí –dijo Masón y aceleró.

Narradora

Mientras Masón y Liam se encontraban saliendo de la reserva, Derek estaba siguiendo el rastro de las huellas.

Podía sentir como alguien lo observaba, decidió no prestar atención y seguir buscando.

En estos dos años había aprendido a seguir el rastro del castaño sin necesidad del olfato u oído.