Confía En Mi || Stiam

10.- demonios del pasado

Stiles Stilinski

Desperté desconcertado, el lugar me parecía familiar, la madera quemada y los rasguños en las mismas me daban una idea, una que era improbable, quizás solo estaba soñando.

— ¡Stiles!

Esa si no me equivocaba era la voz de Liam, se escuchaba lejana.

Me levante de lo que parecía haber sido un sillón.

Camine escaleras arriba, el lugar estaba muy oscuro, como si la noche hubiera caído, como si hubiera dormido por horas.

— ¡Liam!

Esperaba una respuesta, tan siquiera escucharlo a la lejanía pero ni eso.

Al llegar a la planta que conocía a la perfección me sorprendí de ver a alguien en el piso de arriba.

Parecía atado a unas cadenas, estaba arrodillado viendo por la ventana.

— ¿Derek?

Trague saliva al escuchar muchas voces, eran tan familiares.

— Por tu culpa tu madre muró.

Esa era la voz de mi Padre, se escuchaba detrás de mi, no quería voltear, no quería seguir oyendo eso.

Subí lentamente hasta que estuve detrás de Derek.

Coloque mi mano en su hombro causando que girara un poco.

— ¿Stiles?, ¿eres real?

Le asentí para luego buscar la manera de liberarlo.

— ¿Que esta ocurriendo?

El no respondió, pude ver unas sombras pasar tan rápido afuera de la mansión.

— Son, creo que estamos presos en una dimensión.

Mire con desconcierto a Derek que parecía asustado, por primera vez en mucho tiempo pude ver el miedo en sus ojos, la ultima vez fue cuando Cora casi moría.

— Encontré de donde provienen las cadenas.

Le avise antes de comenzar a tirar patadas a la madera para que se quebrara.

— Tu pie esta sangrando al igual que tu frente –me dijo y por primera vez me enfoque en mi, mi reflejo casi no se notaba en el vidrio pero era cierto, lo ultimo que recuerdo es estar corriendo.

También recuerdo que alguien me seguía, había supuesto que era Liam en ese entonces pero me equivoque.

— ¿Stiles?

Me llamo Derek, lo mire por un segundo para luego comenzar a golpear la madera.

Mire sus piernas y estaban también encadenadas.

— Saldremos de aquí.

Él sonrió de lado mientras su vista iba al bosque.

Me brinque al otro lado y comencé a golpear la madera, cuando por fin las manos de Derek quedaron sueltas él mismo se dispuso a liberar sus pies, cosa que en mi opinión fue una estupidez ya que cayo al piso de abajo.