Capítulo 18

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Las risas resonaban en el lugar, las caricias pasaban de mano en mano acoplandose de manera sincronizada, los besos daban el sonido perfecto a la melodía de dos cuerpos jadeantes y entregados al amor, al más puro y dulce amor. Así podía describir Yoongi ese instante que estaba viviendo junto al hombre que amaba. Y Jimin, era Jimin con sus sonrisas y sonrojos, con su pasión y su dulzura y Yoongi no podía estar más enamorado y más seguro de que podría vivir eternamente perdido en sus ojos, en sus labios, en sus manos, en su cuerpo. Eran todo y eran uno y era el momento más sublime que podían vivir.

-Tengo hambre- gimió en los labios de su hermoso panadero.

-¿Quieres salir a comer?- preguntó mirándolo embobado.

-No, mejor pidamos comida al cuarto y comamos en la cama- respondió con una sonrisa coqueta.

-Lo que tu quieras amor- dijo dándole otro beso mientras se levantaba para hacer el pedido.

Cenaron tal como Jimin había pedido enredados en la cama entre risas y besos tiernos.

-Tengo que decir algo- comentó Yoongi mirándolo

-Te escucho- avisó mientras mordía una papa frita cubierta en kétchup.

Yoongi limpió el labio de su sexy novio y lo miró con intensidad mientras lamía su propio dedo saboreando el aderezo que había quitado del otro haciendo que la acción fuese más erótica de lo pensado.
-Debo pedirte perdón- exclamó

-No tienes que hacerlo- replicó

-Si debo hacerlo, estuve a punto de perderte por ser un idiota y no decir las cosas como corresponde y no quiero que eso vuelva a pasar- explicó con algo de pena

-Nunca me perdiste Yoon, claro que me enojé, fue una situación extraña pero también comprendí que tengo la mitad de la culpa, así que estamos a mano-

-No, tu no tienes la culpa, debí preguntar cuando comencé a pensar cosas erradas y no lo hice, por miedo, por prejuicios, no sé,  pero no lo hice y armé un enriedo que hizo que nos separaramos.

-Ya está todo claro, sabes lo que hago y yo sé que eres un tonto, pero no puedo hacer nada con eso, es mi culpa por enamorarme de un tonto- dijo sonriendo

Yoongi lo apresó entre sus brazos y lo besó en todo su rostro haciendo que el otro lanzara suspiros de amor.
-Te amo tanto, por favor no volvamos a pelear, no me dejes- dijo bajito aferrado al cuerpo del otro.

-Tambien te amo, demasiado, así que no será fácil para ti deshacerte de mi- exclamó sonriente y besando el mentón de su amado.

El fin de semana pasó más rápido de lo deseado. Habían disfrutado por demás las mieles de la reconciliación.  Pasearon por Seul, comieron en algunos lugares bonitos, caminaron tomados de la mano y se amaron a cada minuto que pudieron. Indudablemente deberían repetir esas mini vacaciones en varias ocasiones más.



Al llegar a Busan Taehyung y Jungkook los esperaban expectantes, querían saber todo, querían saber si al fin volvían a estar juntos ya sin enriedos de por medio y al verlos llegar abrazados y sonrientes entendieron en seguida que todo había resultado de la mejor manera posible.
Ambos amigos suspiraron felices por la felicidad de los otros dos.

-Ok, ahora seremos nosotros quienes nos iremos un fin de semana romántico- exclamó Jungkook ladino

-Cuando quieras amigo, sé que te lo debo- contestó dándole un pequeño pero tierno abrazo.

Jimin y Taehyung por otro lado se abarazaron como dos niñitos, se besaron las mejillas y salieron despedidos al departamento de Jimin porque Tae exigía que le contara absolutamente todo.




En la noche los cuatro cenaron juntos, hablaron del paseo de la feliz pareja y de cómo organizarían sus vidas de ahora en más.

-Bueno Tae y yo lo hemos hablado mucho y decidimos que queremos vivir juntos- explicó Jungkook mientras acariciaba la mano de su sonriente novio.

-¿Eso significa que me dejarás solo?- gimió Yoongi haciendo una ademán de tristeza.

-Claro, seguro Jimin no se quedará  contigo ¿verdad?- espetó ladino.

-Creo que puedo solucionarlo- dijo Jimin mirando a los otros.

-A si, ¿y cómo?- preguntó Yoongi mientras lo invitaba con su mano a sentarse en su regazo.

-Me parece tonto que gasten dinero en un alquiler y se vayan de aquí, después de todo tu y Kookie trabajan juntos y Tae y yo también lo hacemos, así que estoy convencido de que deberían ocupar mi departamento y yo vendría a vivir aquí contigo- explicó señalando a su novio.
Todos hicieron silencio y Jimin pensó que se había apresurado con su propuesta
-Bueno, es solo una idea, siempre pueden alquilar su lugar, Yoongi seguir aquí, y yo en mi departamento- comentó bajando su vista bastante sonrojado.
Yoongi lo miró embobado, Jungkook rodó los ojos y Taehyung esbozó una gran sonrisa.

-Acabas de hacerlo el tipo más feliz del mundo- exclamó Jungkook mirándo a su amigo que no dejaba de sonreír.

Jimin levantó su vista y se perdió en los ojos de su novio. Este lo apresó entre sus brazos, comenzó a besar todo su rostro repitiendo una y otra vez cuanto lo amaba y lo feliz que lo hacía.
Jimin sonrió ante el acto y repitió la acción del otro haciendo que la pareja frente a ellos sonriera al verlos tan felices.

-Entonces está todo dicho, mañana mismo haremos la mudanza- gritó Taehyung haciendo que todos rieran al unísono.






Una año después.

-Por Dios Taehyung puedes apurarte es el primer día y ya vamos tarde- Jimin bufó mirando como el otro seguía acomodando su ropa frente al espejo.

-Ya Jiminie no exageres, llegaremos bien- exclamó tomando la mano del otro para bajar juntos las escaleras.

-¿Dónde demonios está Yoongi?- preguntó con un tono exasperado

-Tampoco sé dónde se metió Jungkook- comentó Tae mirando por la ventana.

-Ok, no podemos esperarlos, vámonos ya- gimoteo Jimin arrastrando a su amigo a la salida.

Subieron al auto y salieron hacia su destino.
Hoy, después de mucho esfuerzo y arduo trabajo, al fin ambos amigos abrirían al público su gimnasio propio, cosa que tenía a Tae muy emocionado y a Jimin muy nervioso.

Llegaron al centro del lugar, estacionaron y caminaron hasta la puerta del negocio.
Jimin abrió y allí estaba el dueño de todos sus suspiros y su mejor amigo, ambos enfundados en hermosos trajes negros y con un gran ramo de flores cada uno.

Taehyung suspiró y corrió a los brazos de su adorado novio, le dio un intenso beso y le quitó las flores de las manos para abrazarlas sin ningún cuidado diciéndole lo feliz que lo hacía verlo allí con él.

Por otro lado Jimin llegó hasta Yoongi, este lo besó tiernamente y le entregó las flores deseándole el mayor de los éxitos.

Unos minutos más tarde el centro deportivo INVICTUS abría sus puertas para todos aquellos que habían sido invitados a su inauguración.
Varios de los clientes habituales de Jimin y Tae habían asistido, la pequeña reunión fue amena y sencilla, una variedad de pastelillos y postres hechos por Yoongi y Jungkook fueron degustados por los participantes.
Cuando la mañana dio paso al mediodía los cuatro chicos se dejaron caer cansados sobre el suelo del lugar, sin dudas los nervios y la emoción los habían dejado extenuados.

Al parecer la vida había tomado el rumbo deseado por cada uno.
Tae y Kook vivían juntos, tenían sus negocios y se amaban, la vida para ellos era una montaña rusa llena de adrenalina, emociones y sonrisas.
Jimin y Yoongi también vivían su cuento de hadas juntos, ambos habían empezado a vivir en el departamento de la panadería, tenían sus trabajos soñados y al igual que sus amigos, se amaban desmedidamente. Nunca más volvieron a separarse y mucho menos a enredarse con malos entendidos.

Eran felices, se amaban y la vida les sonreía.

  

                                               FIN💜

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