Narra Misa:
Me encontraba en la cocina haciendo un gran banquete de cosas dulces, en especial chocolates y galletas, con una una otra quemadura de primer grado. Al terminar el banquete me acerqué a mi gran armario que de preferencia era la mayoría de color negro, pero hoy no quería usar ese color.
Por lo que decidí usar es una vestido amarillo pastel de tirantes con escote de corazón, que llegaba hasta mas arriba que mis rodillas, aplique mi labial rojo intenso con sabor a fresas, una sombra café claro y un delineado de color blanco.
Al terminar me miré al espejo.
Nunca me sentí mejor.
Sentía mucha confianza ahora mismo, por lo que camino tarareando una canción Pop genérica que había escuchado hace poco. Al sentarme a la mesa seguí cantando la canción sin preocuparme de nada.
... Cinco minutos después.
Ya había terminado de tararear la canción y ahora mismo me encontraba revisando mi maquillaje con un espejo de mano.
... Quince minutos después.
Me encontraba comiendo un par de dulces de fresa, ya se había tardado un poco, aunque la hora acordada fue pasada hace unos minutos. Puedo esperar más.
... Treinta minutos después.
Me encontraba comiendo la entrada del banquete, aunque para ser honestos ya estaba tibia, pegue un salto al escuchar algo caer detrás de mi. El cartel donde decía feliz aniversario se había desprendido de la pared.
... Una hora después.
No se habrá olvidado, ¿Verdad?.
Pero por supuesto que no, él no se olvidaría de algo tan importante como esto, es tan especial para él como para mí.... Tres horas más tarde.
El silencio y la oscuridad habían reinado la habitación desde hace mucho, y mis lágrimas van dirigidas a la nada.
Empecé a recoger todo el banquete que se encontraba dispersado sobre la mesa, mi mano se encontraba ensangrentada y los restos de vidrio que se encontraban en el suelo eran testigos de la fuerza que aplique en la copa. Explotó en mi mano, luego de terminar de recoger toda muestra de que algo pasó ahí, me dirigí a nuestra habitación
Es una pena no poder dar mi Amor.
Las sábanas blancas se manchaban de lágrimas saladas y de colores rojizos.
¿Por que lo olvidó?
Él sabe que es una fecha importante para mi, si él sim-.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta, simplemente cerré mis ojos al sentir como la puerta era abierta, las pisadas con la suela de los zapatos de Ryuzaki resonaban por todo el lugar, pude sentir como el lado contrario de la cama se hundía, escuché como tiro sus zapatos y de antemano se sacaba los calcetines, las sábanas se levantaron al sentir como Ryuzaki se acomodaba entre ellas.
-Quiero que me acaricies -
dijo prediciendo que estaba despierta a estas alturas.-Suéltame -
él de seguro pensó que estaba jugando como siempre ya que me empezó a mover.-Por favor -
sentía como la rabia se apoderaba de mi, ¿como tenía el descaro de tratarme así cuando olvido nuestro aniversario?-¡HE DICHO QUE ME SUELTES LAWLIET! -
él me soltó rápidamente, él sabía que eran pocas las veces que lo llamaba Lawliet.Me di vuelta enfadada y de paso olvidando mi condición.
-Misa-san, estas sangrando -
decía el mientras tomaba mi mano y con su pulgar comenzaba a hacer caricias.-Por qué llegaste tarde -
eso más que una pregunta era una amenaza.-Trabajo -
decía él mientras se levantaba aún con mi mano entre lazada con la mía.Simplemente silencie mi boca y deje que me llevara al baño. Él me sentó en el inodoro para luego abrir el espejo para sacar el botiquín de primeros auxilios. El silencio parecía ser el principal invitado en nuestro baño.
-Al parecer a ti también se te olvido -decía mientras pasaba limpiaba los cortes de mis manos para pasar un par de gasas por mis heridas.
-...-
decir que estaba enojada era poco ¿Verdad? Pero él no sabía que había hecho un banquete, por lo que me tragué mis palabras.Él al terminar de curar mis heridas se levanta esperando que dijera algo seguramente, pero simplemente me levanté y me dirigí a la habitación de invitados a paso lento. Al llegar me senté en la cama con tamaño individual, mientras la luna iluminaba toda la habitación. Puse ambas manos en mis mejillas sintiendo como las lágrimas saladas chocaban contra mis dedos.
Me arrope en la cama sin cambiar mi vestido lleno de vino y sangre ha mirar el techo, ¿Realmente no ha podido venir por el trabajo? ni siquiera me llamo para avisarme.
Al cerrar mis ojos escuché como la puerta era abierta y las pisadas de los pies descalzos de Ryuzaki resonaban contra la madera. Él al llegar a mi lado abrió las sábanas y se recostó a mi lado, y al ser la cama más reducida estábamos muy pegados el uno al otro.
-Lo siento -
dijo Ryuzaki, Oh Dios mío, Ryuzaki tiene el ego muy elevado, y no le gusta cuando no tiene razón. Algo honorable para el.-Pudiste llamarme -
dije mientras seguía mirando el techo.-No lo pensé, pero tú no preparaste
nada -
decía haciendo un puchero que vi por el rabillo de mi ojo.-Tire lo que cocine por la basura -
dije sin perderme la reacción de Ryuzaki por el rabillo del ojo. Al ver sus ojos expandirse hasta una manera poco común casi me saca una carcajada.Pase mis manos al cabello de Ryuzaki para empezar a masajearlo con cuidado, él al captar lo que estaba haciendo cierra sus ojos y acerca su cara hacia la mía para posicionarse en posición fetal. Mientras yo alejaba una mano de su cabellera para pasar mi mano por su cintura y dejar mi mente en las manos de Morfeo.
Aveces se cansaba de eso~.