5. Geranio.

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"El perdón es la fragancia que la violeta esparce en el pie de quien la aplasto" Mark Twain.

Ninguno se sus amigos pregunto por lo sucedido a la joven Park, no por la falta de interés sino más bien por la presencia de aquellas figuras paternas; así que tendrían que soportar la curiosidad hasta el día de mañana en la escuela. Por otra parte, Willow ni siquiera pensaba en la presencia de sus padre o amigos sentía que flotaba en una nube camino a casa, mientras se aferraba con fuerza su bolso como si alguien se lo fuera a arrebatar de repente con lo que para ella era contenido valioso en estos momentos. La cantidad de personas en el grupo disminuía poco a poco conforme tomaban camino a sus respectivos hogares, hasta que solo quedo la familia Park la cual no demora en llegar a su hogar, la menor de los Park corrió escaleras arriba no si antes despedirse de sus padres.

Ya en la privacidad de su habitación tomo una ducha rápida y se puso su pijama saco el Gladiolo de papel y el sobre, para recostarse en su cómoda cama y sacar el contenido del sobre que por primera vez leería solo para ella.

"A la sombra de un cerezo en el verano pensé, en mil formas de tu afecto por fin obtener, más a la sombra de este silencio fue lo que halle; a la sombra de un manzano la siguiente vez lo intente, pero mi anhelo por verte fue lo único que encontré; a la sombra de las nubes por las calles camine donde por casualidad sonriendo te encontré y a la sombra de tu sonrisa fue que mi respuesta halle, una flor para otra flor más simple no podía ser."

Una sonrisa se posó en los labios de Willow era hermoso, quien diría que bajo esa actitud ruda e intimidante que solía proyectar Boscha se ocultaba el alma de uno poeta y de uno muy bueno la verdad ya que su don de la palabra bloqueo de su mente todas y cada una de las vez que fue una brabucona con ella, cada vez que intentaba pensar en alguna de esas ocasiones solo llegaban a su mente imágenes de las flores, los poemas y los beso o los beso, no llevaba ni media hora de estar lejos de ella y ya extrañaba a esos labios que le robaban el aliento. Sacudió de su cabeza eso pensamiento lo mejor que pudo, o de lo contrario dormir esa noche sería imposible.

A la mañana siguiente Willow despertó muy temprano y de buen humor, tomo una rápida ducha, se puso su uniforme, bajo las escaleras y se encontró con sus padres que la saludaron un poco sorprendidos ya que su hija no suele madrugar tanto para ir a la escuela y menos un viernes con el fin de semana en puerta.

- Valla Piero no te parece que nuestra calabacita esta radiante esta mañana. - susurro Hyun a su esposo mientas observaban a su pequeña poner mermelada de fresas carnívoras en una tostada y servirse un vaso de sangre de manzana entre tarareos.

- Tienes razón cariño, crees que deberíamos preguntar. - susurro devuelta Piero que también observaba la escena.

- Pues no se tu cielo, pero yo si tengo curiosidad. - susurro por última vez Hyun. - Hey~ Calabacita, que sonrisa tan radiante luces esta mañana; que acoso el día de hoy especial por alguna razón. - pregunto Hyun.

- No sé de qué hablas Oppa, eso solo un día normal. - se sentó Willow para tomar su desayuno y trata de disimular su alegría. - No necesito una razón para estar alegre en esta hermosa mañana o sí. - agrego la joven Park para morder su tostada y tomar un poco del contenido de su vaso.

- Ahora que lo pienso, esa sonrisa no será por los detallitos. - opino Piero carente de malas intenciones. Willow casi escupe el contenido de su boca, para evitar que esto suceda traga con fuerza lo que causa una toz casi incontrolable.

- ¿Regalitos? ¿Qué regalitos cariño? - curiosea Hyun.

- Ah, cierto cielo tu estabas en el trabajo ese día resulta que muestra dulce Calabacita tiene un admirador secreto muy tierno. - le comento Piero a su esposo mientras Willow trataba de controlar su toz. - Luz menciono algo de poemas y flores, todo un amor. - agrega Piero.

Flores De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora