Flores De Papel

4. Gladiolo.

"El esfuerzo continuo, no la fuerza o inteligencia, es la llave para desatar nuestro potencial." Winston Churchill.

Antes de actuar por impulso Boscha solo pensaba en que quería que Willow también supiera lo que sintió en aquel primer contacto entre sus labios, por lo cual decidido recrear aquella sensación; al principio le pareció una buena idea, por lo que con rapidez poseyó por segunda vez los labios de Willow; cerro dos de sus ojos al primer contacto observando con el tercero la reacción de la de lentes entro en pánico luego de unos segundos al notar la mirada de sorpresa en los ojos de su compañera incluso pensó en separarse de ella y enfrentar una posible bofetada; cuando noto como los ojos de Willow se cerraban, lo que causo que su tercer ojo lo hiciera también.

Willow no lo podía creer que acaso seguía dormida en casa o esto era producto de su imaginación. Se encontraba en la habitación de Boscha y está la estaba besando. Pero aun si se tratase de un sueño ¿porque no quiere apartarla?, poco a poco su cuerpo la traicionaba cerrando lentamente sus ojos para dejarse arrastrar por el suave contacto creado por el rose de sus labios y los de Boscha.

Al inicio el movimiento de sus labios fue torpe y descoordinado, hasta que Boscha deslizo su mano a la nuca de Willow para obtener más accesos a eso dulces labios de allí en adelante la vergüenza, el miedo y la capacidad de pensar claramente eran casi nulas. Sus plumones suplicaban por aire, pero parecía no importarles, solo tomaban cortas bocanadas de aire entre suspiros, todo era perfecto, Willow era perfecta, sus sentimientos por ella eran perfectos, nada podía arruinar ese momento; o eso creyó ya que había algo en toda la escena que no era perfecto y ese algo era el lugar. Escaleras abajo un grito rompió su burbuja.

- BiBi, espero que estés lista, subiré en unos minutos a bajarte. – aviso Argel a su hija.

Las chicas se separaron muy sonrojadas. – Si Tad, dame un momento. – respondió con dificultas para respirar la peli rosa, volvió a mirar a Willow estaba tan pálida con una hoja de papel de la impresión; Boscha pensó rápidamente una forma de salvar la situación. – Po... por lo menos, ya sabes cómo se sintió. – esto saco a lo joven Park de su trance y se levantó de la cama.

- Yo... yo creo, q.. que llamare a tu padre. – huyo de la escena Willow muy confundida y sonrojada.

Boscha la observó azotar la puerta al emprender su rápida huida, ya solo se tiro de espaldas a la cama, sentía sus plumones arder llevo uno de sus dedos a sus labios y pensó "Pero que soberana idiotez acabo de hacer".

- ¡Ahg!, en qué demonios pensaba; ¿Qué voy a hacer? ¿Qué pensara de mí? – la duda atormentaba a la peli rosa menor.

Afuera de la habitación el corazón de Willow no detenía su enloquecido palpitar, su mente y su corazón eran un desastre, ya que por un lado su mente se preguntaba ¿Cómo llegaron a aquello?; y su corazón le gritaba que era hora de admitirlo; empezaba a sentir algo por la peli rosa, pero también algo por su misterioso poeta. Apretó con fuerza una mano contra su pecho era como si su corazón se dividiera en dos; Willow se calmó como pudo para bajar a la primera planta para disimular frente a los adultos abajo. La final de las escaleras casi tropieza con el padre de Boscha.

- ¡Oh! Disculpa pequeña. – dice Argel. – Sabes si Boscha esta... ¿Te encuentras buen Willow? – pregunto el padre de la peli rosa por la extraña cara de su visita.

- ¡Si! – respondió con una involuntaria alza en su voz la joven Park. – Es decir si estoy bien y Boscha lo espera, con su permiso. – agrego más calmada para retirarse hacia la cocina para ayudar en lo que pudiera.

- ¿Lo chicos de hoy siempre con prisa? – murmuro Argel para sí mismo. Subió sin prisa las escaleras hasta la habitación de su hija y toco puerta. – BiBi, estas lista. – pregunto el hombre; pero al no recibir repuesta alguna decido entrar. – Cariño, vine a ayudarte a bajar todo bien. – observo a su hija en recostada en la cama.