MI PROTEGIDA

7. LUCES DE NEON

El taxi frena en una esquina pero por más que Kara intentar hacer la llegada "discreta" Lena con su rostro petrificado demuestra lo evidente, el conductor se persigna como si viera al mismo demonio una vez ambas chicas bajan del vehículo, la escolta se permite reír alto por aquella tontería del taxista, mientras analiza la expresión de la modelo

Kara: ¿quieres que te lleve a la mansión? Puedo hacerlo – indica en tono comprensible.

Lena: no, porque me has retado y no es la gran cosa..

Kara: así es, pero es un reto estúpido, y mírate estas congelada del temor

Lena: ningún reto me queda grande

Kara: ¿sí?

Lena: ¡sí!

Kara: maravilloso, siendo el caso, aquí tienes – dando un par de billetes - tu entraras y pedirás la habitación.

Lena: y aquí vamos de nuevo – irritada - ¿lo disfrutas cierto?

Kara: vi la oportunidad y la aproveché – ríe – pero podemos marcharnos no estas obligada a bajarte del pedestal - ríe bajo

Lena:  Odio tu patético sarcasmo así que a la mierda mi imagen – entra con valentía a la recepción.

Kara detalla aquel cómico momento desde la distancia, un sujeto canoso se levanta de la silla que está detrás del mostrador e inmediatamente observa con extrañeza a Lena, la cual firma con rapidez un par de papeles, acto seguido el hombre mayor le entrega un par de objetos que no logra distinguir bien pero imagina que puede ser,  luego Lena sale  ruborizada.

Kara: ¿Qué ha pasado? - observando la actitud casi en shock de la pelinegra

Lena: me ha ofrecido el "servicio completo" y he aceptado porque creo que me ha reconocido – moviendo entre sus manos una canasta pequeña con frutas y una botella de champagne barato en la otra.

Kara:  ¿quieres que vaya a verificar? - indica extrañada

Lena: ¡por favor! Podría salir en la prensa y no quiero que se haga un escándalo sin necesidad – indica con temor.

Kara: está bien, no te pongas así ¿de acuerdo? ya lo resuelvo.

La rubia ingresa a la recepción con actitud relajada, mientras Lena mira de forma preocupada a la distancia, la tranquilidad con la que Kara habla con el hombre mayor es envolvente, el señor canoso le regresa una sonrisa totalmente amable y le entrega un baldé para depositar hielo, con una expresión de gran comprensión y culminan el acto estrechando sus manos.

Kara: explícame ¿eso no te dio vergüenza? Mujer pecadora – abrazándola.

Lena: ¿Qué ha sucedido? ¿ que de todo lo que dije?

Kara: le has dicho al hombre que era tu primera vez aquí no más entraste y le ha causado gracia por eso no dejaba de verte, y no tiene idea quién eres y dudo mucho que le importe al fin y al cabo eres una cliente y si te sientes cómoda seguro volverás, todos ganan ¿ no lo crees?

Lena: no dejaba de mirarme tan fijamente que...

Kara: pero ya paso cariño, despreocúpate, ¿sabes? ese es el problema de solo acostumbrarte a una vida, ¿ porque si te avergüenza entrar a un motel pero a un hotel no? 

Lena: ¡ lo siento! - se ruboriza

Kara: mejor te daré un consejo Lena Luthor ¡vive! – la carga entre sus brazos generando una carcajada en La modelo – además estas en el otro extremo de la ciudad nadie te encontrara aquí, ¿no te parece una gran ventaja?