Nice ass • kooktae [AU]

"🏋🏻‍♀️" (14)

—¿Entonces? —Preguntó curioso el rubio, tumbado en la cama de mi habitación mientras jugaba con su teléfono móvil.

—¿No? No lo se.

Le había comentado sobre el mensaje y mis dudas respecto al entrenador Jeon, aunque aún no estaba del todo seguro. Después de enviarle el texto, el nombrado tomó su móvil y en esos instantes pensé que podía ser él. Hasta que lo colocó cerca suyo y comenzó a hablar a través de este provocando una irremediable confusión.
Quizás, después de todo, el azabache no era el propietario de aquellos rutinarios mensajes.

—¿Sigues dudando? —Asentí con parsimonia. Al fin y al cabo, me resultaba extraño encontrármelo tan seguido durante los últimos días.

—Me habló con toda la confianza del mundo. —Mi ceño fruncido ante el pensamiento. —No recuerdo haber entablado una conversación con él.

—Es profesor en la facultad, sería algo normal.

Si bien es cierto que Jeon era el entrenador del equipo universitario, seguía siendo extraño que tomase esa comodidad para tratarme como un amigo cercano. Más teniendo en cuenta, que nuestra diferencia de edad no era mucha.

Suspiré cansado intentando evitar el tema. —Déjalo, debemos prepararnos para ir al café.

No debía pensar en el asunto de los mensajes y el desconocido que se escondía tras ellos, no cuando estaba a pocas horas de mi encuentro con el moreno.
Jimin y yo habíamos decidido quedar en mi casa para alistarnos juntos e ir acompañados  hasta el lugar de la cita. Mentiría si dijera que no estaba nervioso, pero aún así, sentía que la ilusión de un inicio se había disipado.

No estaba seguro de querer ir, a sabiendas de ser yo el responsable de la situación. Se lo había pedido a Yoongi, me emocionaba al fin poder entablar una conversación con el chico que observaba desde las gradas, pero tal vez aquello fue desapareciendo.

Me molestaba tener que negarme a mi mismo que el culpable de aquello, no era nadie más que el chico de los mensajes. Porque, ¿qué hacía poniendo por delante un muchacho del cuál desconocía su rostro? Podía ser cualquier tipo, alguien extraño, quizás peligroso, y fingir todo para lucir como una buena persona. Porque si, a pesar de sus absurdos comentarios subidos de tono, el chico resultó ser alguien tremendamente carismático y detallista.
Aún llevaba puesta la pulsera y aquella pequeña maceta, descansaba en el amplio escritorio de mi habitación.

—¿Vamos? —Anunció el rubio una vez listo. Miré por última vez mi reflejo en el espejo y sonreí con desgana.

—Vamos.

Eran pasadas las cuatro de la tarde y habíamos quedado todos de vernos en un pequeño café cerca del distrito de Itaewon-ro en el barrio de Hannam-dong. Recordaba aquél local a la perfección, teniendo en cuenta la cantidad de mañanas con mi mejor amigo en las que íbamos a tomar café después de pasar la noche entera en algún club aleatorio.

Quería ir, ver qué tal irían las cosas aunque en el fondo, también deseaba estancarme en casa con un par de películas y mensajes absurdos.
"J" no me había hablado en todo el día y suponía que se debía al hecho de la cita. Estaba claro que al contrario le molestaba aún si bromeaba respecto al asunto. Él no quería que me viese con Hoseok.

¿Por qué aquello parecía ser lo único que pasaba por mi mente? No podía darle ilusiones a un par de mensajes, no me permitiría caer ante estúpidas conversaciones que ahora mismo, comenzaba a extrañar.
Solo había pasado un día, desde que le di las gracias por el regalo y no recibí respuesta alguna.

Bufé ante el pensamiento, dándome cuenta de que habíamos llegado al lugar. Agradecía vivir cerca y no tener que tomar mucho tiempo viajando en el metro. Era agobiante una vez se volvía algo rutinario. Entonces, junto a Jimin quien no paraba de hablar sobre su mayor, llegamos al lugar donde ya ambos esperaban con varios cafés en la mesa.