Nice ass • kooktae [AU]

"💦" (31)

Oigan, yo hice la pregunta y me llenaron a notificaciones al segundo.
Si se trata de lemon ahí si comentan, cerdos/as.

PD: perdonen que tardase tanto, no estuve de humor como para escribir smut.
¡GRACIAS POR LAS MÁS DE 100K!

Y después de unos minutos, ahí estaba, en la puerta del baño con la oreja pegada procurando oír algo. Aunque no se qué esperaba exactamente más allá del sonido del grifo y el agua cayendo.

—Tú puedes Kim, entra ahí como un león. —Murmuré sosteniendo el pomo de la puerta, dudando unos segundos antes de finalmente abrir y sentir el ambiente caluroso del lugar.

El baño lleno de vapor, los espejos y baldosas empañados junto al calor que se acumulaba sintiéndose casi asfixiante. El contrario aún se encontraba bajo la llovizna de la ducha, sin percatarse de mi irrupción en el lugar.
Tomé aire y sonreí juguetón. —¿Jungkook-ah?

—¿Taehyung? —Respondió un tanto alarmado, el sonido opaco de su voz por el consistente ruido de las gotas. —¿Necesitas algo?

—Si. —Respondí sin apartar la vista de la cortina, su silueta borrosa viéndose a través de ella.

—Espérame fuera entonces, no tardo en salir.

—No hace falta. —Dije, mordiendo la uña de mi pulgar.

Tomé aire profundo observando el cuerpo ladino del azabache moviéndose, sus brazos viajando mientras el agua caía por su curvilínea figura. La situación era tentadora, ¡no podían culparme! Y comenzaba a fastidiarme la imagen que tenía presente. Era como ver un vídeo a escasos ciento cuarenta y cuatro píxeles.
Yo solo quería mi versión HD.

Sí, había esperado mucho tiempo por esto. Las insinuaciones, los mensajes e inclusive las fotos: nadie salía impune de un trato como aquél. Tristemente y —quizás— como castigo por pecaminoso, cuando me encaminé hacia la ducha un charco yacía en el suelo y mis pies descalzos no eran de mucha ayuda. Así que, siendo honestos y sin tapujos, ahora me encontraba agachado con mis manos apoyadas en el borde de la bañera y mis ojos frente, su cosa.

—Ay, hola amiguito. —Hablé.

Me había tropezado, resbalado más bien, casi cayendo de cabeza dentro de la tina si no llega a ser por mis ingeniosas manos. Amén porque Dios decidió otorgarme dedos largos, sino, tal vez me hubiese abierto la cabeza. Añadiéndole que, toparme directamente con el miembro viril contrario, era un plus.
Aunque solo a mi se me ocurriría hablarle.

—¿Le acabas de hablar a mi pene? —Alcé mi vista, encontrándome con los ojos y ceño fruncido del azabache.

Sonreí trémulo. —Es para ganar confianza. —Respondí casi sonando a pregunta.