3.- CRECIMIENTO.

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Mañana sería 5 de diciembre.

Y eso solo significaba un problema para Urata.

Justo la noche anterior había pedido consejo a Mafu ya que no se le ocurría nada para regalar al pelirrojo en su cumpleaños. Este le había sugerido por algún colgante ya que Sakata solía usar collares bastante seguido, e incluso le recomendó un local que el frecuentaba.

Así que ahora se encontraba dentro de una joyeria donde, extrañamente solo había clientes femeninas.

Internamente se regañaba por no recordar a tiempo que Mafumafu tenía gustos muy... ¿Extravagantes? O ¿Adorables?. No estaba seguro de que "femeninos" fuera la palabra que buscaba. No le gustaba poner etiquetas para describir un gusto particular.

-¡Gracias por su compra, vuelva pronto!- sonó energética la voz jovial de la vendedora.

-Mmh..si, muchas gracias.- murmuro Urata cohibido recibiendo una cajita con su compra.

Unas risillas femeninas a su espalda lo hicieron sentir mucho más avergonzado de lo que ya estaba.

Claro y no era para menos, pues era el único chico en esa joyería.

La mayoría de las chicas que se encontraban, compraban joyas para regalar en navidad que de a poco se aproximaba, otras, muy probablemente las compraban para uso personal.

Al recibir su compra, salió apresuradamente causando nuevamente la risa en las jovencitas que encontraban bastante divertida su actitud.

Afuera, el ambiente era frio y seco; las nubes grises daban un aspecto desabrido y monótono al día.
La blanca nieve qué empezaba a caer no ayudaba mucho, pues solo empañó la imagen del ambiente.

Inhalando distraídamente una calada de viento frío sintió, así como unos días atrás, un pinchazo de dolor en el pulmón izquierdo, inmediatamente se vio en la necesidad de detener su respiración, obligándose a ralentizar su respirar.

Lento... con mucha calma.

Era exasperante, se frustraba y perdía la paciencia.

Lamentablemente no podía calmar el dolor si no lo hacia de esa manera.

Tardó varios segundos para recuperar un ritmo estable y constante en sus pulmones.

Pero finalmente lo había logrado.

Siendo tarde a punto de anochecer continuó caminando por las grises y tristes calles, detuvo su caminata para pasar por una tienda de mascotas, necesitaba comprar alimento para Yamadanuki y posteriormente, ingreso a una tienda de conveniencia para comer algo rápido antes de dormir; estaba agotado y no tenía ni la energía ni el ánimo de cocinar.

Llegó a casa siendo recibido por los animados y eufóricos ladridos del pequeño perro.

Después de servir una porción de croquetas en el plato del animalito y colocar su propia comida en el micro, recibió un mensaje de texto.

<<Idiota pelirrojo>>
[[¿Ya llegaste a casa? No olvides que mañana es mi cumpleaños. ¡Esperaré ansioso mi regalo!( ╹▽╹ )]]

Leyendo el mensaje no pudo evitar sonreír, pronto escribió una respuesta:

[[No te preocupes, es imposible que olvide algo muy importante...]]

Lo pensó un momento y borró el mensaje reescribiendo el contenido.

[[Si, ya llegué. Y me es imposible olvidar algo que me recordaste a cada rato desde antier. No te preocupes, estoy envolviendo con un lindo liston a la araña que acabo de aplastar para ti, ¡Espero que te guste! (*'ω`*)]]

Koi No Hana [🍃Urasaka 🍁]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora