Koi No Hana [🍃Urasaka 🍁]

5.- FLORACIÓN

¿Alguna vez haz sentido esa inquietante sensación dónde, eres tú pero a la vez sientes que no eres tú?

¿Que estás haciendo algo, pero a la vez no lo estás haciendo?

¿Que si estabas haciendo algo y lo terminas, no recuerdas en qué momento lo hiciste?

¿Lo que comúnmente se conoce como "De cuerpo presente y mente ausente"?

Científicamente, se concidera cómo una respuesta del instinto de supervivencia.

La mente se cierra de estímulos externos para evitar que ingresé nueva información al cerebro.
Todo eso, con el fin de terminar de procesar la información que causó dicha situación.

Información tan sorprendente, o tan relevante que provoca un shock.

Aturdido.

Adormecido.

Durmiendo despierto, sin embargo, incapaz de soñar siquiera.

Con la mente en blanco.

Así es como se encontraba Urata esa fría mañana.
Después de llorar con amargura toda la madrugada, termino dormido; más no fue por mucho tiempo, atreviéndose a decir que fueron un par de minutos.

Su cuerpo se negaba dormir desde entonces.

Con los pies desnudos sentado en el desayunador de su casa; frente a un solitario tazón lleno de cereal y leche, que al ser ignorado, se ablandaba cada vez más con cada minuto que pasaba.

Con la opaca y triste mirada fija en algún inexistente punto, parpadeando ocasionalmente.
En las pálidas mejillas agrietadas aun se podían distinguir los rastros por dónde las lágrimas habían zurcado su camino.
Su lenta e irregular respiración mantenía bastante bajo su pulso cardíaco.

De no ser por esa leve respiración, podría pasar desapercibido como una muñeca ornamental de porcelana.

Sin ruido.
Sin movimiento.
Sin vida.

Así es como se veía esa deprimente escena.

Pasó un tiempo y el castaño bajo la vista observando el blanco tazón, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero fue lo suficiente para que el cereal se hinchara y comenzara a disolverse con la leche.

Nada agradable.

Nada apetecible.

Con un casi inexistente suspiro, desvió la vista levantándose abandonando la habitación, llendo a enterrarse entre las sábanas de su cama.

Deseaba dormir.

Dormir y... Sí era una pesadilla, deseaba despertar.

Deseaba dormir.

Dormir y solo...

Tal vez nunca despertar.

Había demasiados sueños, mezclándose entre si, sin ninguna coherencia y relación alguna. Siendo cada vez más raros y extraños.

Hubo uno en particular; dónde corría, corría como si su vida dependiera de ello. Tal vez así era. Corría por la orilla de un acantilado dónde al fondo, muy al fondo había un río de rápidas y frías aguas, estaba nublado y caía nieve. Corriendo, dió un paso en falso. ¿Fue su pie el que cedió al cansancio? ¿ O fue el piso que cedió ante su peso?
De una u otra forma, estaba cayendo.

Esperaba el inevitable choque contra la fría agua.

En cambio cayó sobre un río carmesí.

¿¡Sangre!?