Todoroki siempre ha tenido problemas en su visión en su ojo izquierdo desde niño, y desafortunadamente con los años no ha ido mejorando mucho.
Tras una visita no prevista a Recovery Girl y una citación de su padre, se concluye que tendrá que usar l...
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Más tarde esa misma noche, Midoriya estaba estudiando en su habitación. Había decidido distraer su mente haciendo algo productivo y como un chico que tenía sus prioridades en orden, comenzó a prepararse para las futuras pruebas, aún si le quedaba mucho tiempo por delante para hacerlo. Separó algunas de sus notas en apuntes más pequeños en algunos Post-it que le había regalado Uraraka. Los usaba seguido a la hora de estudiar, tenían temática de héroe y nada lo ponía más feliz que ocupar las cosas de sus héroes favoritos, aunque fuera un poco Friki. Actualmente se encontraba sentado en la silla de su escritorio murmurando varias de sus notas cuando alguien tocó su puerta.
"Pase". Elevó la voz distraído.
Tras un segundo la puerta se abrió para revelar la figura alta de Todoroki. Sorprendido de verlo a estas horas de la noche, Midoriya solo pudo parpadear confundido y tragar sobre el nudo de su garganta. Tal vez si se le ocurría una buena excusa podría postergar su charla hasta mañana. Su mente seguía en blanco, los estudios ya no eran un buen pretexto y Midoriya siempre fue un mal mentiroso. No necesitaba estar cerca de la causa de sus problemas ahora mismo. Necesitaba recomponerse. Necesitaba olvidar sus innecesarios sentimientos. Necesitaba deshacerse de la idea de que en algún momento pudo haber tenido una oportunidad con Todoroki. Era ridículo, sólo eran amigos. También necesitaba que su terca cabeza dejará de mirarlo como algo más que eso, así sería más fácil sobrellevarlo el día que finalmente logrará salir con la vicepresidenta de su clase, sin importar cuanto lo sienta. ¡Dios mío! ¿qué iba a hacer el día que le preguntara por un consejo? No podría hacerlo, apenas pudo sostenerle la mirada por un segundo durante la cena. Qué All Might perdonará sus decisiones, pero prefería entregarse a la Liga de Villanos antes que estar en una situación como esa. Gracias, pero no gracias, Midoriya prefería no aplastar los pedazos de su corazón.
Todoroki pareció dudar en entrar. Ya no traía sus lentes y supuso que todavía no tenía un repuesto, contando de que sólo había pasado tres días con ellos puestos. El bicolor tenía una simple playera blanca con unos pantalones de dormir y traía el pelo húmedo. Sólo a él se le ocurría ir así de desabrigado en invierno, pero claro con su peculiaridad tenía excusa más que suficiente para mostrar sus fuertes brazos y destacar su sedoso cabello perfectamente dividido a la mitad. Ahí vamos de nuevo, mira como se derrumba parte de la determinación de Midoriya como si no fuera más que una simple torre de cartas ¿Por qué era tan difícil dejar de mirarlo? Cuando se percató del rumbo de sus pensamientos, Todoroki ya había cerrado la puerta sin haberle vuelto a hablar. Simplemente se sentó en el borde de su cama, como en tantas ocasiones anteriores y miró vacilante sus manos antes de dirigirle la mirada fatalmente decidida.
"¿Por qué me estás evitando?"
"¿Qué?" Soltó totalmente desprevenido.
Todoroki lo miró imperturbable y levantó una ceja como si hubiera esperado una mejor respuesta. Segundos después procedió a explicarse.
