•Capítulo 16

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Pasan unos segundos, que bien podrían haber sido minutos, pero Midoriya no podría precisarlo muy bien, hasta que uno de los dos finalmente habla.

"¿Estás bien?"

"Sí." Sorbió su nariz y se aclaró la garganta. "Estoy mucho mejor." Se apartó lentamente de su pecho y colocó las manos en su regazo.

Midoriya acercó su mano para limpiar su cara. Todoroki al ver esto examinó alrededor de la habitación y alcanzó la caja de clínex de la mesita de noche. Midoriya se sentiría avergonzado de que Todoroki supiera donde guardaba su caja de pañuelos, de no ser por todas las películas Disney que le había mostrado con el afán de que las conociera. Lo que lo llevó varias veces a ser un desastre húmedo en las partes más tristes y emotivas de la cinta. Eran buenos recuerdos, piensa mientras acepta en silencio la caja de pañuelos, agradecido con el otro. Sacudió su nariz un par de veces sin ninguna vergüenza y luego con otro pañuelo se dispuso a limpiar su cara.

Al terminar dirigió su mirada a Todoroki por unos segundos y sin tener la menor idea de que decir, rompió el silencio con lo primero que le ocurrió.

"Siento lo de tu cuello." Señaló el área húmeda que brillaba bajo la luz fluorescente de su cuarto hasta empapar parte del cuello de su camiseta.

"Realmente no me importa." No hizo el esfuerzo de mirar donde señaló Midoriya y continuó mirándolo fijamente.

Todoroki aflojó y apretó los puños en su regazo antes de tomar la palabra nuevamente. "Escucha, sobre lo de antes. Siento si te incomodó, pero quise decir lo que dije y ... Creo que era algo que tenía que haber dicho la última vez, pero no sabía cómo expresarlo y, umm, no era mi mejor momento."

"¡No, está bien!" Sus manos vagaron por el aire frente a él en un hábito nervioso, antes de obligarlas a reposar sobre sus muslos. "Me estaba desviando por una pendiente bastante profunda allí." Hizo una mueca. "Y debería agradecerte por sacarme de mis pensamientos ... y por, uh, todas las palabras amables de antes."

"Midoriya- "

"Está bien, está vez estoy bien." Lo detuvo prontamente. "Sé que lo dijiste todo enserio, solo es bastante para tratar de asimilar." Retorció los pulgares nervioso.

"¿Quieres hablar de eso?" ofreció sin juicio en su voz.

Con toda la atención sobre él, pendiente a cualquier cosa que dijera y abierto a escucharlo, a Midoriya se le revolvió el estómago de los nervios y apretó los puños sobre sus muslos.

Lo pensó bien. Sabía que podía confiar en él para cualquier cosa que le dijera y sin importar qué, Todoroki trataría de ayudarlo. Ese no era realmente el problema. Todo su problema se enfocaba en 'que decir' y 'como decirlo'. Porque si bien ahora tenía más que una noción de que no estaba tan bien como se decía a sí mismo y a los demás, todavía no sabía como explicarlo, y mucho menos lo entendía del todo.

Desde luego no pensaba todo el tiempo de esa forma, con tal pesimismo y desprecio por sí mismo, pero aunque se esforzara no podía recordar muy bien el momento en específico que comenzó a pensar así. Tal vez poco antes de la secundaria, tal vez comenzando su adolescencia. No lo recordaba bien. De lo que más era consciente, aún si no lo aceptaba del todo, era que en algún punto había comenzado a creer parte de las cosas que le decían los demás. En su momento trató de ignorarlos lo mejor posible y seguir con su camino, pero para su mala fortuna, eso no hacía que no los escuchara. Lógicamente no todos los insultos eran ciertos, no todas las burlas tenían que ser más que un mal chiste a su costa ... Pero ciertamente en algún momento comenzó a perder la noción entre lo que era cierto y lo que era falso, y comenzó a creer en sus palabras, dejando que se filtraran en su cabeza tal vil veneno y rellenándola con pensamientos innecesarios con la que la mayoría de las personas no tendrían que lidiar.

Descifrando tu Mirada | TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora