•Capítulo 6

296 57 18
                                    

Se acabó. Definitivamente algo está mal en la vida de Midoriya si en realidad va a estar encerrado en un espacio pequeño y confiando solo con Todoroki. Eso estaba a bastantes pasos de lo que creía que podía soportar en un día con revelaciones como este, aunque fuera algo tan simple como saber que le gustan los niños. Tal vez esta mañana nunca despertó y todavía estaba soñando tranquilamente con caras bonitas y cabello de dos colores. Eso o murió por un ataque al corazón al enterarse de la oportunidad que tenía con Todoroki. Su madre probablemente lo extrañaría, no, definitivamente sí lo haría, pero lo superaría con algo de tiempo. Podría conseguirse un gato que lo reemplazará perfectamente, de todas formas, ni siquiera había podido visitarla mucho estos últimos días. El felino le serviría de compañía y consuelo. Sería un gran Midoriya. Aún así su teoría fallaba. Todavía se sentía bastante vivo y no le podía acabar de dar un ataque, cuando el corazón todavía se le trataba de salir del pecho.

"Vamos Deku-kun, deja de murmurar y apúrate". Dijo Uraraka tirándole el brazo para que se levantara. "Creo que el armario de los utensilios de limpieza deberá servir", murmuró y Midoriya la miró escandalizado, sin sentirse preparado para esto.

"¡E-espera!"

Gritó solo pare ser ignorado y que literalmente lo arrastraron a una de las puertas más alejadas del primer piso. Sus compañeros los siguieron a unos pocos pasos, emocionados como la castaña o simplemente asomados por la curiosidad. Eso solo incremento sus nervios una vez que la puerta estuvo abierta y Todoroki posado a su lado.

Tragó profundo rascándose uno de sus brazos ¿En verdad iba a hacer esto? Todavía no era tarde para dar un paso atrás y decir algo ridículo como tener miedo a la oscuridad o mencionar alguna tarea sin terminar. Y ahora que se fijaba, no había ningún encendedor visible, lo cual valoraba su punto y lo hacía estar más nervioso. Ni siquiera lo iba a ver.

"¡Entren de una jodida vez! No tengo toda la maldita noche para ustedes y me quiero ir a dormir, Nerd de mierda", gritó Bakugou empujándolos dentro y cerrando la puerta de golpe.

Midoriya cayó con un pequeño "uff" sobre algunos utensilios de limpieza y de inmediato sintió el peso en movimiento sobre sus piernas seguido de algunos quejidos del chico alto. Tras eso no tardó en darse cuenta de que estaban mucho más cerca de lo que pensaba y podía sentir su refrescante aliento chocando contra la punta de su nariz. Sus caras debían estar a centímetros una de otra. Cuando intento poner un poco más de distancia entre ambos, su cabeza chocó contra la pared y el mango de lo que parecía ser una escoba. Esto pareció alertar a Todoroki, por lo que rápidamente encendió una llama diminuta en el centro de su mano, la cual iluminó sus facciones preocupadas y destacó sus ojos tras el cristal brillante de sus nuevas gafas.

"¿Estás bien?"

"Sí, sólo fue un pequeño golpe", soltó rápidamente mientras frotaba su cabeza dolorida luego trató de cambiar el foco de su atención. " ... Estás aplastando mis piernas".

"Lo siento". se disculpó apartándose con esfuerzo de sus piernas para luego reposar a escasos centímetros de estas.

Midoriya arrastró sus rodillas más cerca de sí y observó como no parecía haber mucho espacio detrás del otro chico, por lo que continuaba muy cerca de sí. Eso no era malo, en sí era en lo que consistía el juego, se esperaba que estuvieran en un lugar oscuro y se besaran o compartieran sus sentimientos por el otro. Sin embargo, Todoroki seguía mostrando una expresión serena como si no supiera este hecho o no le importara y eso solo lograba ponerlo más ansioso.

"Al menos acabaste conmigo aquí y no Bakugou". Ofreció rompiendo el silencio.

"Supongo... Eso hubiera sido incómodo y explosivo".

Descifrando tu Mirada | TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora