[2] PRINCIPE.

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CAPÍTULO 2

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CAPÍTULO 2.

El choque de espadas se escuchaba por todo el jardín, las respiraciones entrecortadas y los quejidos de dolor llenaban el ambiente

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El choque de espadas se escuchaba por todo el jardín, las respiraciones entrecortadas y los quejidos de dolor llenaban el ambiente. Ambos azabaches empuñaban con fuerza la espada, esquivando los golpes uno del otro.

Después de un rato soltaron las espadas y comenzaron una pelea de cuerpo a cuerpo, lanzando golpes con fuerza y patadas con velocidad, no les importaba que el personal del reino los viera, pues sabían que estaban practicando, aunque claramente uno de ellos si estaba dispuesto a dañar al otro.

-¿Sabes? Nunca espere a ver nuevamente a mi amigo de la infancia- hablo el de pañoleta atigrada mientras normalizaba su respiración- Pero para desgracia mía, no es porque vienes a verme, sino porque vienes por la Princesa Akane, Dime ¿Pensaste en escoger a alguna de sus hermanas?

El sujeto frente a él, ladeo su cabeza pensando un poco su pregunta para después secar el sudor de su frente: -La verdad no me dejaron decidir, pues por edad me han puesto con la más pequeña, ya que las otras dos se negaron en casarse con alguien menor que ellas.

-Vaya que desgracia- comento el de pañoleta, mientras fingía preocupación- Entonces tu matrimonio fue arreglado por el Rey y tu padre. ¿No tenías alguna otra doncella esperando para que tomaras su mano? Cada príncipe tiene uno, no me sorprendería que tu tengas a alguna por ahí.

El de trenza rio mientras negaba y agarraba su espada nuevamente: -Ninguna doncella ha llamado mi atención, todas tratan de cortejarme porque saben el privilegio que tendrían como Reinas, pero sinceramente busco a una mujer diferente.

-¿Diferente en que aspecto?- pregunto con extrañeza el de pañoleta mientras levantaba su mano para llamar a uno de sus sirvientes- Si te refieres a una que parezca hombre o tenga cualidades como uno, estas enfermo Ranma.

-¡No hablo de eso!- frunció el ceño- Estoy diciendo que sea una mujer valiente, que tenga ideales diferente, que sepa defenderse, que no sea tan delicada y que su porte no sea solo elegante, si no que en cada paso que dé se muestre lo demandante que es. Digo, solo imagínate, una chica de semblante fino entrando por esas puertas, con un cuerpo que es deleite para los ojos de uno y una voz suave y delicada como una dulce melodía. Pero detrás de todo eso, tiene un carácter duro y tranquilo, toda ella grita que es salvaje y no sigue órdenes.

La Mosquetera Roja || ESPECIAL (Volviste a mí)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora