[4] PROHIBIDO.

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CAPÍTULO 4

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CAPÍTULO 4.

Aquellos orbes onix miraban con tristeza aquella mesa arreglada de flores blancas, sus ojos viajaron por todo el salón, observando las decoraciones lujosas qué le rodeaban

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Aquellos orbes onix miraban con tristeza aquella mesa arreglada de flores blancas, sus ojos viajaron por todo el salón, observando las decoraciones lujosas qué le rodeaban. Ajusto un poco su armadura y volvió a su pose firme, pues tenía que hacer guardia mientras el príncipe cenaba con su Majestad.

Sin embargo, un jalón en su brazo la obligo a dejar su lugar, observando como aquella chica de mirada cálida y cabellos azules le sonreía: -Me sorprende verte de nuevo y más con esa armadura de mosquetero, ¿Estás encargada del Principe Ranma?

La azabache sonrió al ver la emoción de Shampoo por lo que asintió: -Tengo que estar pendiente de él en todo momento, además de protegerlo durante los días de su estancia aquí en el Reino.

-Es increíble que estés tan cerca del príncipe- chilló emocionada la chica- No sé como le haces para mantenerte tan cerca de él y no querer lanzarte a sus brazos.

La azabache sonrió divertida para después observar como el Joven Principe estaba sentado en la mesa mientras miraba los cubiertos como un niño pequeño. Distrayendose por los nervios que sentía.

"No sabes las ganas que tengo de lanzarme a sus brazos, Shampoo" pensó la azabache mientras lo veía.

Sus cabellos oscuros bailaban con el viento, sintiendo la suave brisa recorrer su rostro, cerro sus ojos escuchando el sonido de los grillos, mientras que las luciérnagas se paseaban por el pasto

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Sus cabellos oscuros bailaban con el viento, sintiendo la suave brisa recorrer su rostro, cerro sus ojos escuchando el sonido de los grillos, mientras que las luciérnagas se paseaban por el pasto. Se encontraba en el Jardín, haciendo vigilancia nocturna mientras se llevaba a cabo la cena de ambos príncipes.

La Mosquetera Roja || ESPECIAL (Volviste a mí)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora