Capitulo 1: Calor

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Nuestros ojos son nuestra ancla, la mayoría de nosotros nos guiamos en quienes somos por nuestros ojos. Sabemos que nadie más podrá ver por nuestros ojos, sólo nosotros, y nunca sabremos como es ver por los ojos de otros.

Por supuesto que... Ellos nos ayudan a una gran variedad de cosas. Pero yo... Yo sólo me preocupo por una...

La única cosa por la cual escribo esta historia...

Conocer mi propio reflejo.

*************

Mi nombre esta escondido en fragmentos de esta historia, así que por ahora, me referiré a mi misma como "Anónima".

Vivo en un lugar desconocido, nunca tuve hogar, nunca hubo nada en este lugar. Sólo personas pretendiendo estar vivas.

Conozco sólo a tres personas, sus nombres serán revelados a lo largo de la historia.

Pero lo que es realmente importante en esta historia. Es lo que no es real. La ilusión. Las estrellas que no brillan, y las que nunca lo hicieron.

El tiempo aquí no existe, no tenemos edades. Tampoco puedo decirles en que época paso todo esto. ¿Por qué? Porque el tiempo no es real, y en este mundo... Nunca nos preocupamos por crearlo.

Esta historia no tiene principio, tampoco creo que tenga un final. No tiene un orden, no tiene cordura. No existe, no es real. Pero a la vez es lo más cierto.

Sólo hay recuerdos. Sólo comienza con recuerdos:

Sangre.

Sangre por todos lados.

Y un pedazo de vidrio manchado con esta.

Lo recojo. Y notó lo pequeño y perfecto que es. Tiene forma de estrella, y mide unos 3-4 centímetros.

Miro el espejo. Esta intacto. Exceptuando ese pequeño detalle del lado derecho de este.

Encuentro mis propios ojos. Estoy pálida, mis exagerados ojos miel están dilatados y mi cabello está más marrón oscuro de lo normal... Oh, y mi cara esta llena de sangre.

Mi cabeza duele. Pero una de mis lágrimas es interrumpida por algo extraño en el agujero faltante en la pared, hay mucha sangre saliendo de el. Repentinamente para, y se empieza a notar algo. Acerco mi mano y la sangre termina de dispersarse. Lo único que encuentro es mi propia mano reflejada en una especie de espejo detrás del espejo.

Pero... Había algo distinto.

Acerque más mi dedo y lo choque contra este pequeño espacio de espejo.

Mi dedo se encontró con su reflejo. Lo deje ahí unos segundos.

Empece a sentir un calor y rápidamente quite mi dedo.

Me mire en el espejo y me tranquilice al recordar que el calor de mi dedo calentó el espejo y por eso se sentía más caliente.

Sonreí para mi espejo y mi cabeza volvió a dolerme.

Así que decidí lavar la sangre.

Levanté mi mano hacia mi cabeza.

Pero ahí no había sangre.

- Bienvenida, te hemos estado esperando - escuche decir a una voz "sonriente" desde el agujero del espejo.

Voltee y mire mi reflejo.

Pero esa ya no era yo.

Esa nunca fui yo.

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