𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘰𝘣𝘴𝘦𝘴𝘪ó𝘯 Kirasaya.

𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘰𝘴𝘢

Buenas, perdón la tardanza pero de verdad el tiempo que paso aquel incidente estuve mal y demasiado angustiada, tenia miedo de lo peor y ese mismo día iba a actualizar pero como sucedió todo se fue a la ruina en mi imaginación, olvide todo lo que iba a escribir y bueno ahora digamos que estoy "Estable" pero por razones del manga de shingeki, me tiene mal de lo mal, mis ánimos están por el piso, los dejo con el ep de hoy, además de grupo avisare de actualizar y demás, gracias por leer.

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Ya era de mañana y ambas seguian arropadas con aquellas sabanas de seda, sayaka se estiro dando un gran bostezo, al notar a la albina completamente hundida en las almuhadas sonrió con ternura, deseaba salir para poder traerle su té negro, sabia que le dolería demasiado la cabeza cuando despertaría, asique suavemente fue removiendose pero era bastante complicado kirari se había removido más cerca de ella, esta solo se ruborizo, al sentir su mano encima sayaka la sujeto con suavidad y beso dulcemente su mano.

- Kirari, permiteme salir un momento. - murmuro acomodando la mano de la albina en la almohada, al ver que logro salir esta cogio una blusa cualquiera y se la puso, estaba claro que se había equivocado, la de kirari era un poco más larga, le cubría hasta la altura de su trasero. - Solo me iré un momento, aún es temprano. -

Sintió como la albina rodeo su cadera intentando que se recostara de nuevo a su lado. - No te vayas. - las manos de la albina se deslizaban por la espalda de la menor acariciando repetidas veces.

- Volveré, no me iré. - acaricio suavemente la mejilla de la albina, al notar un dulce gesto en su rostro esta río. - ¿Te duele la cabeza verdad?. -

- Así es, Me pase de copas ,¿verdad?. - preguntó kirari acercándose la chica, al estar a una distancia mínima rozo su nariz. - ¿Tu me dejaste así?.

Sayaka se ruborizo de inmediato. - S-si, lo lamento pero, era algo incómodo para dormir, pensé en tu comodidad y quise quitarla, y-yo solo. - remordio sus labios avergonzada.

- No te preocupes, no me molesta que me desnudes. - dio pequeños besos por el cuello de la chica. - Vamos, no te vayas.. -

- Volveré enseguida, solo unos minutos, Kirari.. no ahora. - jadeo la pequeña intentando mantener distancia.

- Esta bien, o iré a buscarte. - se alejo y se recostó en la cama, como era jodidamente sexy esa mujer, sayaka tan solo se volteó ruborizada y se acercó a la puerta y abrió, bajo al segundo piso para su buena suerte nadie estaba aún ahí, asique tomo los implementos necesarios y comenzó a preparar el desayuno para Kirari, hizo unas tostadas acompañados de unos huevos y su té negro, además agrego un plato con fresas, sabia que kirari adoraba ese tipo de frutas, intento no tardar demasiado pues no quería que la albina bajara.

Al terminar subió de inmediato, abrió la puerta con su codo, la bandeja ocupaba ambas manos asique no podía usarlas, al llegar se acercó a la albina y dejó la bandeja a un lado de ella, Kirari se sorprendió por aquello, estaba acostumbrada a que alguien más hiciera el desayuno por ella, pero nadie familiar, solo empleados, ¿acaso sayaka tenía sus secretos culinarios?.

- Esto lo hiciste tu, ¿sayaka?. - tomo una fresa y la acerco a los labios de la menor.

- Asi es, es.. para ti. - su rubor aumento inconsiderablemente por aquello y mordió suavemente la fresa.

- Uhm, pues es primera vez que soy atendida en la cama. - murmuro coqueta, una de sus manos se deslizó por detrás de la nuca de la chica y la atrajo hacia ella. - Gracias. - deslizó su lengua por la comisura de sus labios. - aunque te vez más apetecible. -