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soobin realmente tenía ganas de salir corriendo, pero no había forma, así que se encontraba acercándose a ellos mientras se sentía cada vez más tímido debido al familiar de su paciente, que evitaba mirarlo porque seguramente se sentía tan avergonzado como él.

―soobin, él es mi hijo, beomgyu ―miró a su hijo, quién se sobresaltó ante la repentina presentación.

―... hola ―dijo a regañadientes, siendo obligado por su mamá.

―beom, él es el médico que me está acompañando últimamente, y es realmente dulce. de hecho, estábamos conversando de ti en la mañana ―la señora tomó la mano de soobin, mirando a su hijo al mismo tiempo, estos tuvieron contacto visual por unos segundos.

―choi soobin, un placer ―hizo una pequeña reverencia que no fue respondida, por lo que se sintió avergonzado.

y así fueron varios segundos en los que el silencio se apoderó de la habitación...

―pueden continuar hablando, sólo venía a colocarle el tratamiento ―soobin comenzó a conectar la bolsa de tratamiento a la vía que la señora choi ya tenía tomada.

pero no pudo estar tranquilo mucho tiempo, ya que vio removerse al chico en su lugar. lo que indicaba luz roja.

―¿de qué hablas? acaba de terminar su tratamiento, ¿es uno nuevo? ―preguntó beomgyu, confundido. soobin volteó con nerviosismo.

―bueno-yo-ehm... su oncóloga me envió a colocárselo, pueden discutir los detalles con ella luego ―beomgyu frunció los labios, inconforme con su respuesta. soobin tragó saliva con dificultad.

―soobin tiene razón, yewonie me había comentado del tratamiento. olvidé decírtelo, beomie ―defendió la señora choi, beomgyu la miró en silencio―. por cierto, ¿dónde está yewonie? ―se dirigió a soobin, cambiando el tema.

―está en una cirugía de emergencia ahora mismo. pide disculpas por no estar con usted antes de que vaya a dormir ―respondió en un murmullo, sintiéndose intimidado por ser observado por ambos.

terminó de colocar el tratamiento, sintiendo la mirada del chico clavarse en su nuca todo el tiempo, cuidando de que no lastimara el brazo de su mamá.

―bien, debería ir a dormir después de esto... ―miró a beomgyu, y éste a él―. les daré unos minutos para despedirse. me retiraré primero. ―dicho esto, soobin salió de la habitación en silencio, dándoles privacidad.

soobin cerró la puerta detrás de sí, apoyándose en la pared para asimilar qué clase de cosa acababa de pasar.

él nunca se imaginó que podría encontrarse en esa situación.
el hijo pródigo de la señora choi, era el mismo que vio caer de rodillas, llorando tan desgarradoramente que su corazón se detuvo y corrió a protegerlo de la lluvia.

¿qué debería decirle?

"¿como estás?"

"¿puedo ayudarte con algo?"

"¿quieres ser mi amigo?"

―amigos... ―soobin murmuró, considerándolo una buena idea.

fue cuestión de segundos para que la puerta se abriera, provocando que se reincorporara. vio al chico, por el que había pedido un deseo a una estrella, salir. éste mantenía una expresión seria.

―ho-hola ―soobin tartamudeó, sintiéndose tonto.

―¿sigues aquí? ―soltó, despreocupadamente. soobin torció una sonrisa, herido.

kind to yourself [soogyu] *hiatus*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora