04

693 95 271
                                    

fin de semana.

beomgyu sólo recuerda despedir incómodamente a sunoo, pero luego todo se volvió borroso.

despertó en medio de la sala, tal vez se había desmayado del sueño en pleno sofá, pero al menos no tenía tanto frío, tal vez le debía esto a que se quedó dormido utilizando su traje para el trabajo.

suspiró, le dolía la espalda.

se levantó perezosamente, arrastrando los pies conforme caminaba hasta su habitación, tomando sus cosas para ducharse. no había planes más allá de pasar con mamá su día libre, así que lucharía con todas sus fuerzas, poder esconder su cansancio al menos algunas horas durante su visita.

salió del baño unos minutos después, volviendo a su habitación para cambiarse. se vistió casualmente, utilizando pantalones deportivos grises y un hoodie del mismo color. tomó sus llaves y un poco de agua antes de salir, dando un último vistazo a su departamento, que no era más que el reflejo de su vida vacía.

tomó un bus en dirección a la clínica, ya que hacía demasiado frío como para caminar hasta allí, con sus audífonos en sus oídos mientras apoyaba su cabeza de la ventana, descansando por unos minutos.

una vez que sintió el bus cruzar en cierta dirección, ya que conocía la ruta de memoria, se bajó, quedando cerca de la clínica. un montón de cafés y restaurantes vacíos por la temprana hora del día llamaron su atención.

tal vez podía permitirse aunque sea un café, así luciría menos cansado cuando viera a su mamá.
beomgyu aceptó la idea y entró a una cafetería al azar, tomando asiento en la primera mesa desocupada que vio, esperando que viniera alguien a atenderlo.

apareció un chico con una sonrisa brillante, la identificación en su uniforme revelaba que su nombre era jake. él tenía el menú bajo uno de sus brazos, en sus manos un lapicero y un cuadernillo.

―buen día, cliente. ¿en qué puedo ayudarlo? ―sonrió amablemente, haciendo una reverencia. beomgyu hizo una reverencia en silencio, comenzando a leer el menú que le había dado previamente, para no quitarle tanto tiempo.

―quisiera un americano, por favor ―respondió suavemente. el chico frente a él anotó en su pequeña libreta su orden.

―en un momento se lo traigo.

jake sonrió amablemente e hizo una pequeña reverencia, viéndose tan fresco y juvenil que le daba un poco de envidia, yéndose de inmediato al otro lado del mostrador para preparar su café. beomgyu sacó su teléfono y comenzó jugar, matando el tiempo.

luego de un rato, una voz singular captó su atención, y por más que su consciencia le decía que no volteara, lo hizo. fue entonces cuando vio a soobin de pie frente al mostrador, hablando amistosamente con el mesero que acababa de atenderlo.

―¿puedes saludar a sunghoonie por mí, hyung? hoy no podré pasar a verlo ―sonrió tímidamente el más pequeño.

―de acuerdo, jae~ ―soobin bromeó, haciendo reír al menor.

el chico rió junto a soobin, mientras intentaba cargar correctamente la bandeja con el pedido del cliente que acababa de atender. y debe haber perdido la concentración, pues perdió la estabilidad en su mano, haciendo caer el café sobre soobin. la taza partiéndose en pedazos en el piso.

kind to yourself [soogyu] *hiatus*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora