kind to yourself [soogyu] *hiatus*

[Flashback #2]

[choi beomgyu, 16 años. choi heeseung, 20 años.]

pov. choi beomgyu.

una vez que mi padre murió y la gente de la ciudad se enteró de lo sucedido, tuvimos que mudarnos para evitar ser reconocidos en la calle, por lo que terminamos en Seúl.

apenas podía caminar pues seguía frágil después de los infartos que sufrí, no teníamos dinero o en dónde quedarnos, nuestra casa fue vendida debido a las deudas de mi padre y no recibimos un centavo de eso.

afortunadamente nos permitieron sacar algunas cosas y heeseung recuperó los ahorros que tenía escondidos bajo su cama, por lo que podríamos quedarnos en un hotel barato durante algunos días antes de que nos quedáramos sin dinero en absoluto.

―¡heeseung, te digo que eres muy joven para trabajar! ¡también estás delicado de salud, tienes que descansar! ―mi mamá le gritó a mi hermano, quién se negaba a mirarla a los ojos―. yo...

―mamá, estás en silla de ruedas ―la interrumpió, aquello calló de inmediato a mamá, quién lo miró con dolor―. necesitas asistencia médica, gyu necesita medicamentos, no hay otra alternativa, tengo que conseguir un empleo. así podré darle una mejor calidad de vida a mi hermanito y a ti... no importa mi edad o mi nula experiencia, tenemos que hacer algo para sobrevivir.

―hyung... ―lloré desde mi cama, pues no podía levantarme.

reconozco que él trató con todas sus fuerzas el no llorar para que yo no me quebrara más, siendo demasiado genial todo el tiempo para esconder su propia debilidad y el temor de salir a un mundo extraño, en el que no tenía idea de qué hacer.

―está bien, ¿si? hyung trabajará para que te recuperes y puedas seguir estudiando ―acarició mi cara, agachándose frente a mí―. pero prométeme que serás fuerte y te recuperarás ―levantó su meñique, esperando porque yo lo entrelazara con el suyo.

mamá lloraba en una esquina de nuestra pequeña habitación de hotel, mientras mi hermano intentaba seguir sonriendo para motivarme a ganar fuerzas.

―me recuperaré... seré tan fuerte como lo es hyung, lo prometo ―entrelacé nuestros dedos.

una lágrima se deslizó por su mejilla, en ese momento no entendí el porqué, o el hecho de que comenzó a llorar mientras me abrazaba, pero pronto lo entendería...

él trataba de cuidar mi corazón, para que recobrara fuerzas y aguantara el futuro gran golpe de la realidad.

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pasaron unas semanas, y como lo prometí, me recuperé, de esa forma hyung se sentiría orgulloso de mí.

ciertamente trabajaba mucho para poder cubrir gran parte de nuestros gastos, por lo que llegaba muy cansado al departamento que rentó para que viviéramos, y a penas podía mantenerse de pie, pero mantenía los ojos lo más abiertos que podía cuando yo quería contarle lo que había hecho en el día o los avances en mi recuperación, y me abrazaba más de lo que debería, o me animaba a recobrar mis pasatiempos siempre que eso me mantuviera despierto y enfocado.

él intentaba desviar mi atención de lo que carecíamos, para que yo agradeciera cada plato de comida en mi mesa y valorara la familia que tenía, y de ese modo fuera un chico feliz.

intenté ser más colaborador en casa según lo que se me era permitido, pues me sofocaba muy rápido. conforme iba ganando más fuerza, asumí más responsabilidades, como cocinar para todos, que era algo que hyung también hacía al principio, y era mi humilde forma de agradecerle por lo que hacía por nosotros: aliviar sus cargas, aunque sea un poco.