Capitulo 34

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-Muy bien, asi- Riki sostenía a su hija, las puntas eran dolorosas- Despacio. Podrías quebrarte.

-¿Y lo que le acabas de hacer hace unos instantes, que?- Ambos se vieron seriamente- Mi amor, práctica el solo que te dijo tu padre ¿Si? Pero no practiques en puntas, aún. Como que debo refrescarle la memoria a tu papá- Tocó su rostro y besó la frente de la adolescente- Es en lo único que tu padre tiene razón, que no vean que tenemos temor. Hagamos de cuenta que no están aquí, pero no te acerques mucho y si algo sale de control vete- Junto su frente con la de ella, que se alejó- Sabes que no puede hacer todo eso al mismo tiempo, imbécil.

-No me llames imbécil, tú eres la que se desvistió aquí y no es precavida. La imbécil eres tú- La vio directamente.

-¿Porqué no viniste con un disfraz tú entonces?- Ambos empezaron a discutir y se notaba el carácter fuerte de ambos.

La pelirroja seguía bailando, sin quitarle la vista a los Blondies. Los miraba fijamente y desafiante, Iason no podía quitarle la mirada de encima sonriendo, definitivamente era digna de ser hija de Riki. Amaba ver que sus ojos eran idénticos a los de él.
También ella pudo notar como Raoul miraba a Illinois y se notaba que le gustaba, ya que no dejaba de verla, temió por ambos al ver las miradas de los rubios. Fue en ese momento que paró y su rostro mostró preocupación.
Recordaba que ambos le habían parecido atractivos y que Raoul Am le había llamado la atención y también Iason Mink, ya que ambos le habían provocado sensaciones familiares pero no entendía el porque.
Pero en la mirada de ambos, había un tipo de mirada que vio en algún programa que no debía y en programas de crímenes, cuando hablaban de obsesión, en especial en el de ropa morada. Sabía que ella había llamado la atención de ambos, pero esa mirada fija le hizo entender que pasaba, pese a su edad.

Y los hermanos The Dark no paraban de gritarse, hasta que finalmente ambos se cansaron.

-Eres un idiota. Casi le podías fracturar la pierna a tu hija ¿Qué ocurre contigo? Tú no eres así.

-Lo sé... Es sólo que...- Finalmente levantó nuevamente la mirada y observó a las gradas del lugar- Esto es demasiado. Todo es demasiado, mi pasado vuelve y se mezcla con mi presente- Tomó la barra

-Son muy atractivos ¿No? pero son unos malditos- Los vió como si fueran la peor cosa que vió en su vida, se fijó en los ojos de Raoul, le dio una mirada altiva y repugnante por segunda vez, pero... 
Terminó perdiéndose en ellos, se sonrojó y se le quedó viendo un poco más de tiempo. Nuevamente parecía hipnotizada por esa mirada, que incluso su actitud altiva se fue al caño, y el parecía igual de fascinado que ella.

-No hagas eso- Riki giró su barbilla  algo brusco- Tú no los conoces, Illinois. Son capaces de hacerte lo peor ¿Crees que es gracioso? ¿Qué es divertido? Pues no lo es- Le dijo serio- Durante 3 años lamente el haberme puesto a su merced yo mismo. Tú también podrías...- Hubiera deseado poder decirle todo lo que sentía, pero calló y la soltó.

-Oye, tranquilo- Lo abrazó ella- Todo estará bien. Ya no estás solo- Levantó su rostro con cariño, ambos se sonrieron y ella le dio un beso en su mejilla. Volteó a ver hacía las gradas, la reacción de Iason era simplemente de odio, en el pasado llegó a odiar que él pudiese amar a alguien más, le miró serio y besó la frente de su hermana.

-¿Crees que ya lo sepa? ¿Que somos hermanos?

-No es un secreto para nadie que lo somos. Ya debe saberlo- Ambos se abrazaron. Ella empezó a tocar, su rostro, él su nariz y ambos empezaron a darse cosquillas. No le daría el gusto de dejarle ver, que lo intimidó. Sonoras carcajadas de parte de ambos empezaron. La pelirroja se acercó sigilosamente y empezó a hacerle cosquillas a su padre, se escuchaban las risas.

¿Otra vez, tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora