Capitulo 18

201 19 0
                                    

-El paso del tiempo es cruel ¿No, Katze?- Iason miraba su copa de vino y la meneaba ligeramente.

-Siendo un Blondie para tí debe ser como si nada.

-Pasa, no se detiene y se lleva todo a su paso. Los recuerdos simplemente parecen no haber ocurrido nunca.

-Son 2 años, ya.

-No tuve oportunidad de nada ¿Ya lo tomaste?

-Lo hice una hora después de que me diste, Iason. Gracias.

-Así estarás mucho tiempo con nosotros- Bebió su vino- No puedo creer que desapareció de la nada el antídoto. Es una suerte que aún podamos producir un poco, pero no para todos y sea lo que sea necesitamos para la gente de Midas.
Pero sé que hay alguien capaz de hacerlo nuevamente, Raoul me lo recomendó y creo que funcionará...
Debí habérselo dado a Riki, seguiría aquí conmigo- Junto sus manos en su escritorio- Si te tengo harto con lo lo de Riki, dilo.

-Jamas- Sonrió- Si estuviera harto hubiera tratado de huir ya ¿No crees?

-Te encontraría.

-Amoï es más grande de lo que crees y no me encontrarías.

-¿Qué dices?- Se puso serio.

-Busque como loco el antídoto, tú mismo lo sabes y simplemente no haye nada... Hay otra cosa que debes saber.

-¿Qué?

-Pareciera que hay menos mestizos en Ceres ahora.

-¿QUÉ?
_____________________________________
Riki se preparaba para una nueva carrera que tendría, otros corredores lo observaban y se admiraban de sus trucos.

Habían chicas que iban a observarlo también; sabía que captaba mucho la atención en los ámbitos en los que estaba. Dirigió su mirada al parar su moto, a la gente en las gradas. Todos tragaron saliva, algunos se pusieron sumamente nerviosos y pocos le sostuvieron la mirada. Sonrió al notar que aún la gente se inquietaba o intimidaba por su mirada y dio un par de vueltas más.

Seguía practicando baile y patinaje, recientemente su hermana había regresado luego de sus 3 meses de luna de miel. Acumulaba cada vez más y más éxitos; su sueño de ser reconocido y grande se hizo realidad. Tenía todo lo que había soñado y más.

Recientemente había comenzado a dar clases luego de que le ofrecieran dinero para enseñarle a patinar a una Preadolescente de 11 años.
Había estado dando clases que su hermana dejo, inicialmente no se creyó capaz, pero conecto inmediatamente con los niños y ya les tenía cariño, tío Riki le llamaban.
Todo estaba bien, excepto por esa chiquilla de cabello rubio cenizo y ojos cafés que hacía las cosas de mala gana, ni siquiera se integraba a los demás. Le fastidiaba en cierto punto, hasta que decidió enfrentarla esa tarde:

-¿QUÉ DIABLOS TE PASA, MUCHACHITA?

-¿PORQUÉ NO HAY MÁS ALUMNOS?- Dijo exaltada.

-¿SABES QUÉ ODIO? A LAS PERSONAS QUE NO SON CAPACES DE HACER ALGO BIEN, IRÓNICAMENTE ESO ME PASA CONTIGO, PHOEBE.

-¿QUÉ?

-NO SÉ COMO DECIRLE A TUS PADRES QUE NO ESTÁS HACIENDO NADA Y ESTÁN GASTANDO SU DINERO.
NO ME GUSTA QUE ME REGALEN NADA... TAL VEZ DEBERÍA LLAMARLOS.

-PUES SUERTE SI LE CONTESTAN... Conmigo nunca lo hacen- Dijo con algo de dolor.

-¿A que te refieres?- Se acercó y se puso preocupado por ella.

-Nunca están. Ni siquiera saben si me gusta o no el patinaje.

-¿Y te gusta?

-Lo he hecho desde que tengo 6 años...

¿Otra vez, tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora