Capitulo 22

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-¿Tú-tú sabes de Iason Mink?- La mujer alta tragó saliva y la chica sólo asintió- Vamos al parque y hablamos.

Fueron a un parque prácticamente artificial, les recordó los parques de la tierra, aunque el pasto era artificial y las flores eran hologramas o una buena imitación con algún tipo de  material, pero no tenían olor ni vida al que ellas estaban acostumbradas.

La pequeña hija de Riki corrió por el lugar y sólo fruncía el ceño, cuando quiso cortar las flores y llamó su atención que no podía cortarlas, sólo la fuente era real y se sentó para disfrutar del agua, que si era real.

-¿Qué te dijo exactamente tu padre?

-Que intentó robar en Tanagura, fue detenido por ese Blondie. Lo secuestro, lo volvió su Pet, que vivió en Eos y... Tú sabes, tía Nan- Su mirada se oscureció y había tristeza- De lo que hizo su amigo Guy, que ambos intentaron salvarlo y que... Prácticamente me contó todo tía...
Y lo de mi mamá, que era una mestiza, aunque eso lo conoces tú- Sonrió al entender que no reveló que Mimea era una Pet hasta su muerte- Sé lo que le hizo a mí papá... Me lo contó el año pasado.
También dijo que insistías mucho en que no podía volver. Ya veo porque.

-Annie ¿Entiendes que tu padre no debe saber esto?

-Lo sé y yo tampoco quiero que lo sepa. Tal vez ese Blondie querrá volver hacerle daño a papá... Él dice que a su manera el Blondie lo amaba, pero quien te ama no te hace eso... Yo no quiero que se lo lleve otra vez y nos separe.

-Tu hermanita no notó nada.

-Ella no lo sabe, tía. Papá no le ha dicho absolutamente nada, dijo que se lo contaría cuando fuera más grande.

-Mi amor, tenemos que convencer a tu padre para que vuelvan pronto a la tierra, no menciones nada y todo estará bien. Eso te lo prometo.

-Lo haré ¿Pero y sino me quiere escuchar?

-Trataremos que se mantenga en Ceres, todo el tiempo entonces.

-El Blondie no estaba solo. Tenía un amigo y me vieron a los ojos... Sentí como un vacío en el estómago, no paraban de verme. Sentí miedo, eran tan fríos.

Nan preocupada observó por todos lados, pero notó que efectivamente no las habían seguido.
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El Blondie iba caminando y no dejaba de pensar en los ojos de ese "muchachito". Hacía muchos años que procuraba no pensar en Riki; Raoul lo ayudaba a mantener su mente ocupada y Katze también. Más sin embargo no había dejado de preocuparse de lo que pasaba en Ceres. Había muy poca gente, pocos bebés y por lo que sabía alrededor de unas 50 personas, y sus condiciones no eran malas. Además había pocos niños y eso era extraño. Muy pocos se atrevían a entrar al mercado negro, eso era realmente extraño; en el pasado cualquiera hubiera aceptado.
Además habían muchos corruptos en Amoï, muchas cabezas fueron cayendó y la sociedad fingía más bien un respeto a los Blondies, en especial a él y era ahora un terror.
Sospechaba de la ex pareja de su Pet, de los atentados y de lo que pasaba en Ceres, pero finalmente no había encontrado. Incluso pensó que murió o algo así.

Nuevamente Riki invadía su memoria de una manera casi obsesionante; nunca pensó ver unos ojos exactamente iguales- ¿Habrá alguien en el mundo parecido a tí, Riki? ¿Alguna vez volveré a sentir, lo que sentí por tí? - Pensaba.
Se dio cuenta que llegó a Dana Banh, como si sus pies lo hubieran llevado por sí sólo. Estaba totalmente reconstruido, como que si todo aquello no hubiera pasado- Tantos años y sin embargo es como si hubiera pasado ayer, son 8 años y medio ¿Me habrás perdonado?- Hablaba consigo mismo. El tener un cerebro humano ya le estaba pasando factura, pensó que ya lo había superado y ahora volvían esos viejos sentimientos y pensamientos- Espero que si- Sintió la necesidad de ir a Ceres, hacía mucho que no iba.
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La banda Bison conducía sus motocicletas en una carrera informal y dejar que la adrenalina los guiará.
La felicidad de ellos era simplemente sincera.
Algunas personas creyeron que estaban locos, pero simplemente no les importó.

¿Otra vez, tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora