Capitulo 30

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... El segundo al mando de Tanagura, no paraba de ver a esa mujer ni ella a él. Parecían estar en un trance, casi como si pudieran estar viéndose la vida entera.
Para Raoul parecía la criatura más bella que había visto jamás, sus ojos tan oscuros como la noche brillaban intensamente y los de él, también con cierta fascinación. Estaba seguro que ningún Pet que tuvo antes, le había parecido tan bello o no tenían esa belleza natural que la mujer de más de 30 emanaba.

Iason también lo veía sorprendido, reconocía esa mirada y Riki también; flashbacks del pasado vinieron y eso alarmó al moreno, que tomó bruscamente su brazo haciéndola reaccionar y voltear a verlo con los ojos muy abiertos.

-RIKI, ILLINOIS- las voces de sus amigos patinadores, sus chicos y padres de los chicos con quienes también tenía gran amistad que se acercaron a ellos, votandolos

-TENEMOS QUE IR A LA FIESTA, CON  TODOS- Dijo una mujer castaña.

-TENEMOS QUE CELEBRAR NUESTRO TRIUNFO... POR USTEDES TENEMOS EL TRIUNFÓ. ES SU TRIUNFO, TAMBIÉN.

-Pero quitensenos de encima- Susurró apenas, Riki y se levantó con ayuda de sus amigos, fueron cargados y llevados hasta afuera de esa manera, las niñas siguieron a ese grupo y aprovecharon para irse así.

Katze salió alistando el automóvil, sabiendo que los seguirían y los rubios no dijeron nada; Iason sabía que sus ojos habían reflejado la mirada que Raoul tenía en ese momento. Nunca se imaginó tampoco que Riki podría ser tan amado y admirado, eso hizo que sintiera una vieja y conocida sensación: Celos.
Esas personas tocándolo y dándole afecto... Y el correspondiendo... Pero...
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Los hermanos The Dark se subieron a una camioneta. El moreno conducía, sus hijas se fueron en otro vehículo con amigos cercanos e Illinois se cambiaba de ropa atrás. La mirada de preocupación de Riki, era inquietante.

-¿Estás bien?- Le preguntó su hermana, al ver su mirada en el espejo dentro del carro y que se veía por la luz del mismo-

-No- Se sincero- Debemos tener cuidado- Temía preguntar por la sensación que le causaron ambos Blondies y al darse cuenta...

-Son realmente imponentes ¿No?... Son unos malditos, desgraciados e infelices- Se quedó pensando y su mirada digavo, pensando en ese Blondie y luego movió su cabeza- Es la primera vez que los vi tan de cerca. Se supone que nunca vendrían hasta aquí, Nan decía que era seguro... Si claro- Río amargamente

-Perdoname, Illinois. Por arrastrarte a esto, por traer este maldito pasado a nuestras vidas- Aunque una alegría emanaba de su pecho, no lo había tenido tan cerca en años. Tenía miedo de lo que podía hacer Iason, pero estaba feliz de verlo vivo y saber que no era un sueño. Aunque su posición era la misma y pensaba con la cabeza fría.

-No es tu culpa. Lo enfrentaremos todos juntos. Ahora cambiate tú que debemos celebrar nuestro triunfo- Ambos sonrieron, ella cambio de lugar con él y se preparaba para esa fiesta. Ambos estaban nerviosos y aterrados de alguna manera.

Illinois se quedó pensativa, se perdió en la imagen de ese Blondie que le pareció muy apuesto y de dejó llevar.

-¿En que piensas?- Se colocó nuevamente el moreno un traje algo formal e informal, luego de observarla por varios segundos y solo saberlo.

-¿Estamos en peligro, no?

-Es como si aún estuviéramos en Ceres y fuéramos a Tanagura. Sólo que en vez de llevarnos a la cárcel, nos convierten en Pets.

-¿Porqué te escogió a tí? No lo entiendo- Dijo con frustración- ¿No intentaste escapar?

-Todo el tiempo y hasta con el pensamiento- Le dio una amarga sonrisa- Pero era imposible... Todos nos están esperando, debemos irnos- Ambos se pusieron en el asiento del conductor y pasajero respectivamente.

¿Otra vez, tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora